California pone gafas, guantes y máscaras a 10.000 trabajadores agrícolas para protegerlos de la gripe aviar

Close-up of protective N95 face masks.

SACRAMENTO – Funcionarios de salud pública de California están recurriendo a las reservas estatales y federales para equipar a cerca de 10.000 trabajadores agrícolas con máscaras, guantes, gafas y otros equipos de seguridad, luego que, a principios de noviembre, el estado confirmara por lo menos 21 casos de gripe aviar en humanos.

Es el ejemplo más reciente de los desafíos que enfrenta el estado para prepararse, a pesar de los déficits multimillonarios.

Las autoridades informaron que habían empezado a distribuir más de 2 millones de equipos de protección individual a finales de mayo, cuatro meses antes de que se confirmara el primer caso humano en el estado.

También indicaron que, desde abril, cuando se detectó por primera vez un caso de gripe aviar en el ganado vacuno del país, estaban intensificando la coordinación con las autoridades sanitarias.

Hasta el momento, se ha confirmado la presencia de gripe aviar en más de 270 granjas lecheras en el centro de California. También detectaron rastros del virus en un sitio de muestreo de aguas residuales en el condado de Los Ángeles. Recientemente, surgieron  casos en una parvada de una granja de pavos situada en el condado de Sacramento.

Mientras intenta limitar la propagación de la gripe aviar entre los humanos, California está poniendo en práctica una serie de lecciones extraídas de la pandemia de covid-19. Por ejemplo, la coordinación con las autoridades sanitarias locales para tener una adecuada respuesta de emergencia. O implementar el seguimiento de las enfermedades infecciosas mediante la vigilancia de las aguas residuales.

El estado también se está esforzando por mantener una reserva adecuada de suministros de emergencia que le permitan responder a una primera oleada de cualquier nueva catástrofe de salud pública sin que eso produzca un drenaje significativo del presupuesto estatal.

“Estamos mucho mejor preparados para responder a una pandemia que en 2020”, declaró Amy Palmer, vocera de la Oficina de Servicios de Emergencia del Gobernador de California (Cal OES).

Un caso concreto: antes de que el coronavirus golpeara en 2020, las reservas de suministros de emergencia del estado apenas alcanzaban para llenar dos canchas de baloncesto. Pero cuando California intensificó su respuesta a la pandemia logró acumular una cantidad de equipos de protección personal y otros suministros para desastres como para llenar 52 campos de fútbol americano.

California dispuso de $15.600 millones para dar respuesta directa a la pandemia durante los años de la crisis de covid. El gobierno federal fue quien proporcionó gran parte de esos recursos.

Hoy en día, la reserva de insumos cabe en unos 12 campos de fútbol, aunque el volumen cambia de un mes a otro.

Según el estado, hoy se cuenta con 101 millones de mascarillas, lo que representa 26 millones más que el suministro necesario para 90 días, según lo recomendado por las directrices estatales de preparación ante una pandemia.

Eso incluye 88 millones de mascarillas N95, un número que excede el que la agencia de servicios de emergencia consideró necesarias el año pasado. Las mascarillas de alta eficacia son un elemento crucial para protegerse de virus transmitidos por el aire como el que causa covid.

Aunque el estado está aumentando sus reservas, Palmer no pudo confirmar si el aumento de la reserva de mascarillas se relaciona con el temor a un aumento de la gripe aviar. Sólo dijo que los planificadores de salud pública trabajan siempre “para mantener  el ritmo ante el actual entorno de riesgo”.

El objetivo del estado, explicó Palmer, es garantizar la existencia de “un suministro inicial durante las emergencias que dé el tiempo suficiente para conseguir recursos”, ya sea a través del gobierno federal o comprándolos.

En los casos de gripe aviar detectados recientemente en California no se hallaron indicios de contagio entre humanos, y las autoridades sanitarias afirman que el riesgo para la población sigue siendo bajo.

La transmisión humana de la gripe aviar es uno de los peores escenarios posibles para una nueva pandemia, junto con la posibilidad de que resurja un coronavirus mutante; una mayor propagación internacional del mpox, el virus de Marburgo o el ébola. Otra opción es que aparezca un virus completamente nuevo para el que en principio no exista inmunidad ni vacuna.

Sin embargo, las autoridades sanitarias de todo el país han tenido dificultades para rastrear la transmisión de la gripe aviar. Y California tiene un historial de altibajos en su preparación ante emergencias.

En 2006, el gobernador republicano Arnold Schwarzenegger ordenó aumentar los planes de contingencia de California ante una pandemia, en respuesta a una amenaza anterior de gripe aviar. Esto incluyó tres hospitales móviles que podían desplegarse inmediatamente en caso de catástrofe.

Pero el gobernador demócrata Jerry Brown puso fin al programa en 2011, porque las finanzas del estado se desmoronaron. Cuando llegó el virus de la gripe aviar, el estado había distribuido 21 millones de mascarillas N95, algunas tan viejas que ya habían caducado.

Por una ley estatal aprobada en 2020, ahora los hospitales están obligados a mantener una reserva permanente para cubrir por un período de tres meses las necesidades de máscaras, batas y otros equipos de protección personal.

La normativa de California sobre enfermedades respiratorias que se transmiten por aire también exige que los hospitales y otros lugares de trabajo de alto riesgo tomen precauciones especiales, como el uso de salas de aislamiento con presión negativa y el nivel más avanzado posible de equipos de protección, hasta tanto se conozca mejor el nuevo patógeno.

Básicamente, estas medidas aseguran que ante el surgimiento de un virus desconocido, se tomen las máximas precauciones para evitar que se propague por el aire. Así se protege tanto a los trabajadores de la salud como a los pacientes.

“Es difícil exagerar sobre el nivel de falta de preparación demostrado por los hospitales, tanto dentro como fuera de California, para hacer frente al brote de covid-19 de 2020”, señala un análisis legislativo. “Imágenes desgarradoras de enfermeras caminando por los pasillos de los hospitales con máscaras improvisadas y bolsas de basura se convirtieron en algo habitual”.

Jan Emerson-Shea, portavoz de la Asociación de Hospitales de California, dijo que los hospitales “se preparan continuamente para responder a todo tipo de desastres, incluidos los brotes de virus transmisibles”.

Por otra parte, Palmer detalló que California tiene cinco hospitales móviles adquiridos al gobierno federal. Aunque tuvieron poco uso durante la pandemia, Palmer opinó que hay que mantenerlos. Y que es fundamental garantizar que estén equipados, en buenas condiciones. Por ejemplo, asegurándose de que los oxímetros de pulso tengan baterías que funcionen.

Pero, una vez más, el déficit actual hace que el estado intente encontrar un equilibrio en el uso de los recursos.

Aunque los legisladores rechazaron la mayor parte del recorte de $300 millones a la financiación de la salud pública propuesto por el gobernador demócrata Gavin Newsom, hace un año el estado redujo en un tercio el presupuesto para la reserva de equipos de protección personal. Esto se decidió después que el Departamento de Finanzas determinara que ya no era imprescindible hacer compras adicionales relacionadas con covid.

Además, California eliminó este año los fondos para la financiación de ocho remolques de 53 pies de largo que deberían haber transportado y distribuido los suministros entre los almacenes.

En los próximos 4 años también se recortarán $40 millones de los $175 millones del presupuesto que iban a ser destinados a la reserva para desastres.

La preparación decidida por el estado no convenció al grupo Californians Against Pandemics, que logró reunir más de un millón de firmas para presentar una propuesta a los votantes en noviembre. La idea era aumentar los impuestos a las personas con ingresos superiores a $5 millones y utilizar ese dinero para prevenir y combatir pandemias.

Pero esta iniciativa fracasó después que uno de sus principales impulsores, el ex ejecutivo de criptomonedas Sam Bankman-Fried, fuera condenado por estafar a clientes e inversores.

A cambio de que los partidarios de la iniciativa abandonaran la propuesta, las autoridades estatales acordaron ampliar el alcance de la Iniciativa de California para el Avance de la Medicina de Precisión, que se creó en 2015 para centrarse en el desarrollo de nuevos medicamentos y terapias, incluyendo tecnologías para prevenir otras pandemias.

“Al aprovechar el poder de la medicina de precisión, California se está colocando a la vanguardia en la preparación y prevención de pandemias”, dijo Newsom en ese momento.

Rodger Butler, vocero de la Agencia Estatal de Salud y Servicios Humanos, explicó que no está claro si esta iniciativa recibirá otros financiamientos adicionales.

Este artículo fue producido por KFF Health News, que publica California Healthline, un servicio editorialmente independiente de la California Health Care Foundation. 

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