El doctor John E. Parker trabajaba en un hospital de West Virginia en 2015 cuando una paciente de 31 años ingresó con problemas respiratorios agudos. Un equipo de médicos sospechó que su misterioso caso de neumonía lipoidea podría estar relacionado con el “vaping” (vapeo) y no estaban seguros de haber visto algo así antes. Decidieron presentar el informe del caso, un tipo de documento médico sobre hallazgos provocativos o inusuales. Estos reportes pueden ser una llamada de alerta para la comunidad médica, aunque a veces plantean más preguntas que respuestas.
Este verano, casi cuatro años después, funcionarios federales comenzaron a investigar un brote nacional de enfermedades pulmonares graves relacionadas con el vapeo que ha afectado a más de 150 pacientes en 16 estados. En una entrevista, Parker, profesor de cuidados pulmonares intensivos y medicina del sueño en la Universidad de West Virginia, describió lo que sucedió.
¿Cuáles eran los síntomas de la paciente cuando llegó al hospital?
Eran clásicos síntomas de lo que se denomina enfermedad pulmonar asociada al vapeo. Le faltaba mucho el aliento y tenía tos, y, por supuesto, estábamos muy preocupados de que pudiera tener neumonía o alguna otra enfermedad respiratoria aguda. Pero llegó a estar tan enferma que tuvo que ser intubada.
¿Cómo evolucionan este tipo de casos?
Buscamos cosas como una hemorragia o una infección activa. Y luego macrófagos que contengan lípidos. Usualmente comenzamos con antibióticos y un esteroide de dosis baja, y luego apoyamos al paciente con un ventilador, oxígeno y nutrición. Y luego simplemente se espera hasta que están los resultados de los cultivos de laboratorio, para ver si es algo diferente a lo que pensabas.
Al principio, solo pensamos que era un caso inusual y que podría no ser una infección viral o bacteriana común.
¿Cómo descubrió que la causa de esa neumonía lipoidea eran los cigarrillos electrónicos?
Es un diagnóstico de exclusión. Descartamos otras opciones, y se convirtió en la causa más probable.
Estábamos lo suficientemente convencidos como para presentar el caso en la reunión anual del American College of Chest Physicians.
Una vez que descubrió que la causa podría ser los cigarrillos electrónicos, ¿se comunicó con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) o con la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) o con otra agencia reguladora para informarles sobre esto?
No lo hicimos. En ese momento, sentimos que lo apropiado era incluir el caso en la literatura médica. Y si se presentaban otros informes de casos de otras partes del país, entonces tendríamos un grupo más amplio de hallazgos que podrían ayudar a que las agencias de investigación tuvieran una mejor comprensión sobre la causa de la enfermedad.
¿A qué agencia federal lo reportaría si lo hiciera?
En 2015, la FDA, por supuesto, todavía regulaba los cigarrillos, pero no creo que el gobierno aún había decidido quién regularía los productos de vapeo. Estoy seguro que no hubiera sido claro a quién informar.
¿Entonces usted o su equipo pensaron que esta paciente era un caso aislado?
Realmente sentimos que no iba a ser un evento único y que era lo que generalmente llamamos en salud pública un evento de salud “centinela”, un ejemplo de una enfermedad respiratoria que puede ser causada por esta exposición y que probablemente no iba a ser el primer caso ni sería el último.
¿Fue el primer caso que vio en su institución?
Hasta donde sabemos, fue nuestro primer caso, pero somos médicos lo suficientemente humildes como para darnos cuenta que podríamos no haber detectado algunos otros casos que interpretamos [como] neumonía viral o neumonía bacteriana.
¿Ha visto más casos desde entonces?
Sé que hemos visto un caso [de síndrome de hemorragia alveolar] que publicamos, y al encuestar a algunos colegas creemos que probablemente también hayamos visto [casos de] neumonía organizada criptogénica, así como neumonía lipoidea y neumonía eosinofílica aguda. Sí, ciertamente hemos visto al menos probablemente cuatro formas de enfermedad pulmonar por vapeo.
Si su equipo estaba viendo esto en 2015, ¿es posible que haya estado sucediendo en los cuatro años transcurridos desde entonces y la gente simplemente no lo sepa?
Realmente tengo todas las razones para pensar que no fuimos los primeros en verlo, de ninguna manera.
Y no creo que hayamos sido los primeros en informarlo. Creo que hubo algunos grupos en Wisconsin y en otros lugares del país. También sé que médicos en Japón han estado muy interesados. Tienen al menos cuatro o cinco artículos en la literatura médica sobre la lesión pulmonar relacionada con el vapeo.
¿Tiene una teoría sobre lo que podría estar causando los casos de neumonía lipoidea? ¿Cree que puede haber ciertos químicos que son irritantes?
Necesitamos un equipo multidisciplinario fuerte para comprender la etiología real y la causa de la lesión pulmonar por inhalación. Creo que podría ser cualquier número de componentes en las mezclas. A los pulmones no les gusta el aceite, en general, y probablemente el agente más específico que se ha analizado recientemente es el diacetil, que se estudió en la enfermedad pulmonar con sabor a palomitas de maíz.
¿Han cambiado este tipo de casos la forma en que aborda a los pacientes?
Sí, buscamos con mucho cuidado una historia de vapeo. Creo que es muy importante entender si podrían haber estado usando agentes inhalantes o vapores que podrían presentar nuevas toxicidades para los pulmones.
¿Estas enfermedades tendrán efectos a largo plazo en la salud?
Una lesión por inhalación puede causar una lesión pulmonar aguda que pone en peligro la vida, pero la persona puede sobrevivir y no tener secuelas [condición] a largo plazo. Pero también existe la posibilidad de que el uso a largo plazo [del cigarrillo electrónico] pueda causar enfermedades más insidiosas o crónicas para las que puede no haber una recuperación completa.
Esta historia fue producida por Kaiser Health News, un programa editorial independiente de la Kaiser Family Foundation.