La Legislatura de California aprobó un par de proyectos de ley que dan luz verde a la iniciativa del gobernador Gavin Newsom para construir viviendas, sumar 10,000 nuevas camas, y aumentar el tratamiento para adicciones como parte de su respuesta a la crisis de las personas sin hogar y de drogas en el estado. Se espera que el gobernador demócrata firme estos proyectos, que recibieron apoyo bipartidista.
El primer proyecto de ley, el SB 326, está diseñado para transformar la Ley de Servicios de Salud Mental del estado en la Ley de Servicios de Salud Conductual, al utilizar un impuesto existente a los millonarios para tratar a los enfermos mentales más graves y aumentar los programas para los trastornos por consumo de drogas.
La segunda, la AB 531, autoriza al estado a emitir bonos por valor de $6,380 millones para construir más viviendas para personas sin hogar y camas para tratamiento para los más necesitados.
Newsom pedirá ahora a los votantes que aprueben los cambios en las boletas de las primarias de marzo.
“Esta reforma aportará la tan necesaria rendición de cuentas que actualmente falta a nivel local y estatal, una mayor transparencia y visibilidad en todo el sistema de salud mental y tratamiento de adicciones, y un enfoque modernizado para hacer frente a las crisis actuales”, dijo Newsom en un comunicado.
Según un estudio estatal sobre los sin techo realizado en junio por la Universidad de California-San Francisco, más de 171,000 californianos sufren diariamente la falta de vivienda, lo que representa el 30% de la población sin hogar del país.
La mayoría de los participantes en el estudio declaró haber padecido a lo largo de su vida problemas de salud mental y de consumo de drogas; el 82% dijo haber sufrido algún trastorno mental grave en algún momento de su vida, y casi dos tercios indicó haber usado drogas ilícitas o haber bebido en exceso.
La ley de salud mental fue aprobada como Proposición 63 por los votantes en 2004 e imponía un impuesto del 1% sobre los ingresos superiores a un millón de dólares, conocido como el “impuesto de los millonarios”. Ese dinero pasaba del estado a los condados para su uso en cinco áreas de salud mental, entre ellas el apoyo comunitario, la prevención y las instalaciones. La financiación cambia año a año, pero el impuesto generó $3,300 millones en el año fiscal 2022-23, según la Oficina del Analista Legislativo, que no es partidista.
Sin embargo, el programa ha sido criticado a lo largo de los años por no cumplir su promesa inicial. El año pasado, Los Angeles Times destacó varias razones, incluidos los cambios en los ingresos, la subfinanciación constante de los programas sociales y de salud mental, la tensión entre los funcionarios estatales y del condado, y la escasez de médicos de salud mental.
Newsom prometió que la recién rebautizada Ley de Servicios de Salud Mental construiría 10,000 nuevas camas y viviendas para personas sin hogar con necesidades de salud mental. También se centraría en diversificar la mano de obra y mejorar la rendición de cuentas —mediante un seguimiento más detallado de los resultados—, para que el gobierno pueda saber qué funciona y qué no.
Sin embargo, los condados que administran este dinero a nivel local han expresado su preocupación. En una carta de la Asociación de Condados del Estado de California y otras organizaciones que representan los intereses de los gobiernos locales, expresaron el temor de que la propuesta de Newsom diera lugar a que los condados recibieran muchos menos fondos para servicios básicos, poca protección frente a la fluctuación de los fondos y menos flexibilidad en el gasto.
La oficina del gobernador hizo hincapié en que los nuevos requisitos siguen siendo flexibles.
La asambleísta Jacqui Irwin (demócrata de Thousand Oaks), autora principal del proyecto de ley de bonos y presidenta durante siete años de la Comisión de Asuntos Militares y de Veteranos, está especialmente orgullosa de una disposición que reservará $1,070 millones a viviendas para veteranos. California tiene el mayor número de veteranos sin hogar —el 31% de la población de veteranos sin hogar del país—, según un informe de 2021 del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de Estados Unidos.
“Sacar de las calles a los veteranos sin hogar ha sido durante mucho tiempo una prioridad para California, pero conseguir que algunos de nuestros veteranos más vulnerables reciban el tratamiento necesario para los problemas de salud conductual será transformador”, dijo Irwin.
La senadora estatal Susan Talamantes Eggman (demócrata de Stockton), quien es coautora del proyecto de ley de bonos, y fue la autora principal del otro proyecto de ley, dijo que estas propuestas legislativas son fundamentales para la continuidad de la asistencia que provee el estado. “Juntos construirán viviendas, reasignarán los recursos a los más necesitados y proporcionarán una verdadera red de seguridad para evitar que muchas personas caigan en las fisuras que vemos hoy en día”, afirmó.