El miércoles 4 de septiembre, los legisladores de California le pusieron sobre la mesa al gobernador Gavin Newsom el proyecto de ley de salud pública más controversial de este año. Pero no está claro si firmará una medida que haría más difícil eximir a los niños de las vacunas habituales.
El Senado estatal votó 28-11 para aprobar la SB-276 del senador Richard Pan (demócrata de Sacramento), lo que provocó protestas del público presente al grito de “¡No representan una California para todos!” La totalidad de los senadores republicanos votaron en contra de la medida y todos los demócratas votaron a favor, excepto uno que no votó.
Newsom, que es demócrata, aseguró en junio que firmaría el proyecto de ley después de haber sido enmendado a petición suya. Pero el martes 3, un tweet de su oficina anunciaba que quería más cambios.
Pan dijo que está dispuesto a trabajar con Newsom, pero “éste es el proyecto de ley que acordó la oficina del gobernador y el que se comprometieron a firmar”.
El proyecto de ley aprobado otorgaría a los funcionarios de salud pública la autoridad para revisar las exenciones de vacunación emitidas por médicos y revocar las que consideren “inapropiadas” o “inválidas”. Su objetivo es frenar lo que expertos en salud pública han descrito como un peligroso aumento de exenciones médicas cuestionables.
Enmiendas anteriores, solicitadas por el gobernador, ampliaron la elegibilidad para las exenciones médicas de vacunas para niños y redujeron las circunstancias en las que los funcionarios estatales de salud pública podían revisar esas exenciones.
Según el proyecto de ley aprobado por los legisladores el miércoles 4, el Departamento de Salud Pública del estado revisaría automáticamente las exenciones para los niños en escuelas donde más del 5% de los estudiantes no está vacunado, y las de los médicos que hayan emitido más de cinco exenciones en un año.
Los padres podrían apelar las exenciones rechazadas ante un panel independiente designado por el secretario de la Agencia de Salud y Servicios Humanos de California.
Los cambios que quiere introducir el gobernador incluyen aclarar que las exenciones médicas ya emitidas no serían consideradas por los funcionarios estatales. El estado no comenzaría a intervenir hasta que la ley entre en vigor el 1 de enero, señaló la oficina de Newsom.
Newsom también quiere eliminar una disposición que obligaría a los médicos a certificar, bajo pena de perjurio, que el número de sus exenciones es exacto. Y está solicitando que, para proteger la información médica de los pacientes, la legislación especifique que los formularios de exención no estarán accesibles a través de la Ley de Documentos Públicos.
Se harán enmiendas adicionales en una legislación separada que deberá ser aprobada por la Legislatura antes de la fecha límite del 13 de septiembre.
Las vacunas se han convertido en un tema explosivo en la Legislatura y en todo el país, a pesar que numerosos estudios demuestran que son seguras y eficaces y que las complicaciones no son comunes.
El debate sobre las vacunas tiene lugar en medio del mayor brote de sarampión desde 1992: más de 1,230 personas han contraído sarampión a nivel nacional en lo que va de año, incluyendo 67 casos confirmados en California.
La oposición al proyecto de ley de Pan ha provocado ruidosas concentraciones ante el Capitolio, agresivas y coordinadas campañas en redes sociales e interrupciones de las audiencias por los cantos y gritos de los opositores a las vacunas. El mes pasado, Pan, que ha recibido amenazas por patrocinar el proyecto de ley, fue agredido por un hombre que lo confrontó sobre los ingredientes de las vacunas.
“Los anti-vacunas han intentado deshumanizarme a mí y a otros defensores de la salud pública en las redes sociales y nos amenazan de muerte”, dijo Pan en una declaración después del incidente.
Los escépticos sobre las vacunas argumentan que el proyecto de ley es una forma de poder excesivo del gobierno y que la capacidad del estado para revocar las exenciones médicas perjudicaría la relación entre el paciente y el médico.
California ya cuenta con algunas de las leyes de vacunación más estrictas del país desde que en 2016 se prohibieron las exenciones de vacunación basadas en creencias religiosas y personales. Bajo esa ley, los niños pueden ser eximidos sólo por razones médicas, y los que no están vacunados o no cuentan con una exención médica tienen prohibido asistir a las escuelas.
Desde que la ley entró en vigor, el número de exenciones médicas ha aumentado, y se concentran en las mismas partes del estado que anteriormente tenían altas tasas de exenciones por creencias religiosas o personales, según datos oficiales. En el estado, 117 escuelas reportaron que un 10% o más de sus estudiantes de kindergarten habían recibido exenciones médicas en el año escolar 2018-19.
Las exenciones deberían ser poco comunes, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Por lo general, se reservan para niños con sistemas inmunológicos gravemente comprometidos, como los que reciben tratamiento para el cáncer o los que son alérgicos a un componente de la vacuna o que ya han sufrido una reacción grave a una vacuna.