Pase lo que pase con el Obamacare, es bastante seguro que una tendencia en la atención de salud continuará: cada vez más personas tendrán planes de salud con deducibles altos, ya sea que estén asegurados a través de sus empleadores o que compren cobertura en el mercado privado.
Un plan de salud con un deducible alto es lo siguiente: a cambio de una prima más baja, usted paga más de su propio bolsillo por atención médica hasta que el seguro comience a pagar.
El Servicio de Rentas Internas (IRS) define este tipo de plan como uno con un deducible de al menos $1,300 al año para un individuo o $ 2,600 para una familia.
Muchos deducibles son más altos. Por ejemplo, este año, Covered California, el mercado de seguros de salud estatal, ofrece planes Bronce con un deducible de $6,300 para un individuo, y $12,600 para una familia, además de un deducible por separado para medicamentos recetados.
¿Cuántos de ustedes tienen esa cantidad de dinero separada en algún lado?
Lo básico
Bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA), la mayoría de los planes de salud deben ofrecer ciertos servicios preventivos gratis, incluyendo mamografías, colonoscopías y vacunas de rutina.
Aprovechar esto puede evitar atención más costosa después, explicó Elizabeth Abbott, directora de la Oficina del Defensor del Paciente del estado.
“Vacúnese contra la gripe”, dijo. “Si se mantiene al día con todos sus servicios preventivos, se ahorrará una buena cantidad de dinero porque es menos probable que se enferme”.
Siempre que sea posible, elija proveedores dentro de la red para su atención médica, aconsejó Betsy Imholz, directora de proyectos especiales para Consumers Union. “Si usted permanece en la red, sus costos van a ser más bajos”, dijo.
Revise con su proveedor y su aseguradora para confirmar el estado de la red.
Y no olvide -como me ocurre a menudo- que puede evitar una visita al médico llamando a la línea de consejos de enfermería de su compañía de seguros, dice Zelman.
Drogas recetadas
A menos que sólo tome medicamentos especiales para tratar condiciones graves o raras, estos pasos probablemente le puedan ahorrar dinero:
Medicamentos genéricos y de venta libre: si su médico le receta un medicamento de marca, pregunte si hay una opción sin receta o genérica que pueda probar primero. Los genéricos cuestan una fracción de la versión de marca, dice David Collum, profesor asistente de clínica del Departamento de Práctica de Farmacia en la Universidad del Pacífico en Stockton.
Muchas farmacias (tanto cadenas como independientes) ofrecen programas de descuento para medicamentos genéricos comunes, cobrando $4 por un suministro de 30 días y $10 por un suministro de 90 días.
No tenga miedo de cambiar de farmacia o comprar medicamentos de diferentes lugares, dijo Abbott.
“No asuma que una farmacia en particular ofrece el mejor precio para cada medicamento”, dijo.
Consumers Union generalmente encuentra los mejores precios de los medicamentos en Costco o usando la herramienta de búsqueda en línea de GoodRx en http://www.GoodRx.com, agregó Imholz.
Programas de asistencia al paciente: pregunte a su farmacéutico o médico si saben de programas que pueden ayudarle a pagar su receta.
Grupos como la Patient Advocate Foundation (www.patientadvocate.org) y NeedyMeds (www.needymeds.org) también tienen listados de enlaces a organizaciones -e incluso compañías farmacéuticas- que ofrecen ayuda financiera.
Recetas iniciales más cortas: si su médico le receta un medicamento caro que no ha tomado antes, pídale que escriba la receta por unos días o una semana y controle los resultados, sugiere Collum.
Si el medicamento funciona para usted, pida una nueva receta por un período más largo. Si es ineficaz, por lo menos no habrá pagado por un mes de suministro del medicamento.
Comparar precios
La mayoría de nosotros no compra un auto o pasajes de avión sin comparar en distintas concesionarias o sitios de internet. Entonces, ¿por qué no darse una vuelta por la atención médica, cuyos precios pueden variar enormemente de proveedor a proveedor?
Podría ahorrar cientos o miles de dólares.
En primer lugar, pregunte a su médico por el código médico específico, llamado código CPT, para el procedimiento o prueba que necesita, sugirió Jeanne Pinder, CEO de ClearHealthCosts, que tiene como objetivo hacer más transparentes los costos de los procedimientos médicos.
Armado con el código, consulte a diferentes proveedores y a su compañía de seguros. Pregunte cuánto le costará el procedimiento y si el proveedor está en la red de su plan.
En el camino, considere pasar por alto su seguro para un tratamiento o receta en particular.
“Podría estar mejor, como asegurado, pagando en efectivo”, explicó Pinder. “De todos modos, muchas personas no alcanzan su deducible al final del año”.
Si sigue este camino, no llame a aseguradora. Simplemente llame a los proveedores (que no tienen que estar en su red) y pregúnteles “¿Cuánto me costará esto?” y “¿Cuál es su precio al contado?”, sugirió Pinder.
Si el proveedor le pregunta si tiene seguro, simplemente repita que quiere ser un cliente en efectivo, agregó.
Tome notas detalladas, incluyendo el nombre de la persona que le da la cotización, agrega Pinder. Mejor aún, consígala por escrito.
“Tenemos que acostumbrarnos a tener estas charlas y a preguntar de determinada manera”, dijo. “Cuando empiezas a hacerlo, ya no duele”.