Legisladores en California comenzarán a debatir en abril un proyecto de ley que requeriría que los médicos le hagan pruebas de salud mental a las mamás, durante el embarazo, y luego de dar a luz. Sin embargo, muchos obstetras y pediatras se irritan ante esta idea y dicen que tienen miedo de detectar depresión y ansiedad en madres.
“¿Qué haces con las personas que presentan depresión?”, se preguntó la doctora Laura Sirott, obstetra y ginecóloga de Pasadena. “Algunos proveedores no tienen a dónde enviarlas”.
A nivel nacional, en los Estados Unidos la depresión afecta a hasta 1 de cada 7 mujeres durante o después del embarazo, según la Asociación Americana de Psicología.
De las mujeres que obtienen un resultado positivo para la enfermedad en todo el país, el 78% no recibe tratamiento de salud mental, según un análisis publicado en 2015 en la revista Obstetrics & Gynecology.
Sirott dijo que sus pacientes ponen excusas cuando intenta enviarlas al psicólogo: “‘no acepta mi seguro’. O ‘mi seguro paga solo tres visitas’. ‘No tengo tiempo libre”. “Hay una lista de espera de tres meses”.
Ella dijo que también es difícil encontrar un psiquiatra entrenado en las complejidades de recetar medicamentos a mujeres embarazadas o que estén amamantando, y que esté dispuesto a tratarlas, especialmente en áreas rurales.
“Es muy frustrante”, dijo Sirott, “preguntar a los pacientes sobre un problema y luego no tener ninguna forma de resolverlo”.
Las madres también están frustradas. Después que llega el bebé, ya nadie pregunta cómo están ellas.
Wendy Root Askew luchó durante años para quedar embarazada, y cuando finalmente lo logró, su ansiedad empeoró. No podía dejar de preocuparse por que algo saliera mal.
“Después de tener a mi hijo, tenía sueños en los que alguien tocaba a la puerta y decía: ‘Bueno, ya sabes, solo vamos a esperar dos semanas para ver si puedes conservar a tu bebé o no”, contó Root Askew. “Realmente afectó mi capacidad de vincularme con él”.
A Root Askew le gusta el proyecto de ley de California, AB 2193, porque va más allá de las evaluaciones obligatorias. Exigiría a las compañías de seguros establecer programas de administración de casos para ayudar a las madres a encontrar un terapeuta y conectar a los obstetras o pediatras con un especialista en psiquiatría.
“Así como tenemos programas de administración de casos para pacientes con diabetes o problemas de sueño o dolor de espalda, estos requieren que la compañía de seguros se responsabilice de asegurarse que sus pacientes reciban el tratamiento que necesitan para estar saludables”, dijo Root Askew, quien ahora aboga por el proyecto de ley en nombre del grupo 2020 Mom.
Las compañías de seguros no han tomado una posición sobre la legislación. No está claro cuánto les costaría cumplirla, porque algunos ya cuentan con infraestructura para los programas de administración de casos, y otros no. Pero existe un consenso entre las aseguradoras y los defensores de salud que estos programas ahorran dinero a largo plazo.
“Cuanto antes se pueda obtener un buen tratamiento para una madre, menos costoso será tratarla a lo largo de la vida de la mujer y en el transcurso de la vida de ese niño”, dijo Root Askew.
Algunos médicos todavía tienen objeciones. Según el proyecto de ley, podrían ser castigados si no examinan a la mujer en busca de condiciones mentales. Algunos han dicho que les preocupa cuánto tiempo tomaría.
El sistema de atención médica y los incentivos no están establecidos para este tipo de revisión, dijo Sirott.
“Actualmente, recibo $6 por examinar a un paciente”, dijo. “Para cuando lo puse en una hoja de papel y lo imprimí, ya no vale la pena”.
Tampoco está claro si los costos directos e indirectos de estas pruebas valdrían la pena para los pacientes. Otros cuatro estados, Illinois, Massachusetts, Nueva Jersey y West Virginia, han intentado realizar pruebas de detección obligatorias y no han resultado en más mujeres recibiendo tratamiento, según un estudio publicado en Psychiatric Services en 2015.
Incluso con el requisito adicional de California que las compañías de seguros faciliten la atención, las mujeres aún podrían enfrentar altos copagos o límites en la cantidad de sesiones de terapia. O las nuevas madres podrían estar tan abrumadas con el cuidado del recién nacido, que sería difícil agregar algo a sus apretadas agendas.
Lo que sí parece funcionar, según el estudio de las evaluaciones obligatorias en otros estados, es cuando las enfermeras o los proveedores de salud mental visitan a las nuevas mamás en casa.
La evaluación es el primer paso para reconocer el alcance total del problema, dijo la doctora Nirmaljit Dhami, psiquiatra de Mountain View, California. Las mujeres deben someterse a exámenes de detección de forma continua durante todo el embarazo y durante el año después del nacimiento, enfatizó Dhami, no solo una o dos veces como requiere la ley.
“A menudo les digo a los médicos que, si uno no sabe que alguien es suicida, eso no significa que desaparecerá su tendencia suicida”, dijo. “Si no preguntas, el riesgo es el mismo”.
Esta historia es parte de una asociación que incluye KQED, NPR y Kaiser Health News, un programa editorialmente independiente de la Kaiser Family Foundation.