A pesar que el Congreso aprobó a fines de diciembre fondos para que el Programa de Seguro de Salud Infantil (CHIP) se mantuviera activo durante tres meses, funcionarios federales dijeron que muchos estados ya se están quedando sin dinero, lo que pone en riesgo la atención médica de millones de niños.
Se suponía que los $2.85 mil millones adjudicados financiarían los programas CHIP de los estados hasta el 31 de marzo. Pero algunos comenzarán a quedarse sin dinero después del 19 de enero, según los Centros para Servicios de Medicare y Medicaid (CMS). La entidad no dijo cuáles son los estados que podrían verse afectados primero.
Las últimas estimaciones sobre cuándo se agotarán los fondos federales podrían provocar que los estados congelen pronto la inscripción y alerten a los padres que el programa podría cerrar pronto.
El programa CHIP brinda cobertura de salud a 9 millones de niños de hogares de bajos ingresos que ganan demasiado dinero para calificar para Medicaid. La financiación anterior terminó el 1 de octubre y la asignación de dinero temporal se autorizó el 21 de diciembre, por lo que varios estados tuvieron que transferir fondos de otras arcas para que el programa siguiera funcionando, mientras la Cámara de Representantes y el Senado intentan acordar una forma de continuar financiándolo a largo plazo.
Aunque originalmente se pensó que el nuevo dinero alcanzaría para tres meses de CHIP, los CMS dijeron el viernes 5 que solo podían garantizar que la asignación sea suficiente para financiar los programas en todos los estados hasta el 19 de enero.
Agregaron que la agencia está en conversaciones con los estados para ayudar a lidiar con el déficit de fondos.
“Los fondos (…) deberían alcanzarles a los estados hasta el 19 de enero, según las mejores estimaciones de los gastos del estado hasta la fecha”, dijo Johnathan Monroe, vocero de los CMS. “Sin embargo, debido a una serie de variables relacionadas con las tasas de gastos estatales, no podemos decir con certeza si hay suficientes fondos para que cada estado continúe con su programa CHIP hasta el 31 de marzo de 2018”.
“Los estados necesitan saber si necesitarán encontrar fondos adicionales… enviar cartas a las familias y reprogramar sus sistemas de elegibilidad”, dijo Lisa Dubay, experta del Urban Institute. “Por supuesto, las implicaciones para las familias con niños elegibles para CHIP no pueden ser subestimadas: los padres están preocupados que sus hijos pierdan la cobertura. Y deberían estarlo”.
Aunque el programa cuenta con respaldo bipartidista, la Cámara y el Senado controlados por los republicanos han debatido durante meses, pero todavía no han podido llegar a un acuerdo, sobre cómo continuar financiando CHIP, una iniciativa que se lanzó en 1997 y que ayuda a que millones de niños, incluidos miles de latinos, reciban atención médica.
El Comité de Finanzas del Senado llegó a un acuerdo para extender el programa durante cinco años, pero no logró consenso sobre un plan para financiarlo.
Antes de la extensión de fondos de CHIP en diciembre, Alabama dijo que congelaría la inscripción el 1 de enero y cerraría el programa el 31 de enero. Colorado, Connecticut y Virginia enviaron cartas a familias de CHIP advirtiendo que el programa podría terminar pronto.
Después de la extensión de la financiación, Alabama detuvo el cierre de CHIP.
“Algunos estados comenzarán a agotar todos los fondos disponibles antes que otros”, dijo un funcionario de los CMS.
Bruce Lesley, presidente de First Focus, un grupo de defensa de los niños, dijo que el Congreso debería haber sabido que su plan de financiación a corto plazo no era suficiente.
“La matemática nunca funcionó como un parche, ya que solo se pudieron ganar unas pocas semanas”, dijo. “El Congreso debe finalizar esto antes del 19 de enero”.
Esta historia fue producida por Kaiser Health News, un programa editorial independiente de la Kaiser Family Foundation.