El aumento explosivo de una enfermedad pulmonar grave relacionada con el “vapeo” resalta la popularidad de los cigarrillos electrónicos entre adolescentes y adultos jóvenes, y lo poco que se sabe sobre la seguridad y el uso de estos dispositivos.
Hasta el martes 10 de septiembre, funcionarios federales de salud estaban investigando al menos 450 posibles casos de este misterioso mal que afecta los pulmones en 33 estados, incluidos seis fatales. California ha reportado cerca de 60 casos desde finales de junio, en pacientes con antecedentes de “vapeo”; uno de ellos, en el condado de Los Ángeles, ha muerto.
El “vapeo” ha aumentado en los últimos dos años, particularmente entre adolescentes y adultos jóvenes. Más del 20% de los estudiantes de secundaria informaron haber “vapeado” en 2018, casi el doble de la tasa de 2017, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Eso se traduce en 3 millones de estudiantes de secundaria que usaron cigarrillos electrónicos en 2018, más del doble del número que informó consumir cigarrillos tradicionales.
“Vapear” es la forma popular de definir el hábito de usar cigarrillos electrónicos para “vaporizar” la nicotina o una serie de concentrados líquidos. Al principio, estos dispositivos se comercializaron como una forma de inhalar nicotina sin los riesgos asociados con la combustión de tabaco. Pero evolucionaron rápidamente para consumirse con cientos de combinaciones de saborizantes y compuestos químicos, incluido el THC, el ingrediente psicoactivo de la marihuana, y otros extractos del cannabis.
Investigadores federales y estatales dicen que muchas de las personas que se enfermaron dijeron que habían “vapeado” THC, y las autoridades se están centrando en contaminantes en productos del mercado negro, que contienen THC, como posibles culpables. Otros pacientes informaron que usaban cartuchos de nicotina, y las autoridades enfatizan que todavía tienen que identificar al dispositivo o químico específico en juego. Por ahora, advierten a las personas de todas las edades que eviten los cigarrillos electrónicos, especialmente los que se compran en la calle.
Ahora, el “vapeo” está tan generalizado entre los estudiantes de secundaria que funcionarios federales de salud dicen que su uso ha impulsado un cambio radical en lo que había sido un popular descenso de dos décadas en el consumo general de tabaco en la adolescencia. A 2018, la National Youth Tobacco Survey de los CDC mostraba que el consumo general de tabaco entre los estudiantes de secundaria había vuelto a niveles no vistos desde 2004. Aunque se comercializan como una alternativa saludable a los cigarrillos tradicionales, las versiones electrónicas pueden contener niveles sustanciales de nicotina, lo cual es altamente adictivo.
Juul, la compañía con sede en San Francisco que domina el mercado de los cigarrillos electrónicos, y otros fabricantes, promocionan sus dispositivos como una herramienta para ayudar a los adultos a dejar de fumar. Pero las encuestas del gobierno muestran que estos dispositivos elegantes, y la gran cantidad de productos que los imitan, son mucho más populares entre los estudiantes de secundaria que entre los adultos. Si bien la edad legal para comprar cigarrillos electrónicos es de 18 años en la mayoría de los estados, y 21 en California, los productos están ampliamente disponibles en línea y no todos los vendedores requieren comprobante de edad. Además, los kits de “vapeo” ahora vienen en forma de bolígrafos, unidades flash, llaveros e incluso relojes, lo que los hace modernos y fáciles de ocultar.