Kim S. no tuvo que pagar un centavo por su doble mastectomía o por la cirugía reconstructiva que tuvo después de su tratamiento para el cáncer de seno en junio de 2018. Su seguro de salud, PennCare, administrado a través de Independence Blue Cross en Pennsylvania, cubrió por completo ambos procedimientos.
Sabiendo eso, el costo no fue un problema para Daniels al seleccionar el tipo de implante mamario. Simplemente le preguntó a su cirujano plástico en el Hospital de la Universidad de Pennsylvania: “Si yo fuera su esposa, ¿qué elegiría?”. Se decidió por los implantes Mentor MemoryGel.
Según su factura del hospital, esos implantes tenían un precio de $3,500 cada uno, un total de $7,000.
Un cargo tan alto por el mismo artículo hubiera sido impensable si el procedimiento hubiera sido un aumento de senos cosmético (no vinculado a una enfermedad), que generalmente no está cubierto por los seguros de salud. Cuando los pacientes reciben el estimado de lo que les costará el procedimiento, los paquetes de cirugía estética para el aumento de senos cuestan aproximadamente lo mismo, unos $7,000, pero eso incluye los honorarios del médico, los implantes, el tiempo en el quirófano y la anestesia.
La diferencia radical en el precio demuestra en términos numéricos estrictos cómo los costos a menudo dependen de quién paga la factura.
El doctor Anupam Jena, economista de salud en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, dijo que precisamente porque los pacientes de cirugías cosméticas pagan de su bolsillo, los costos de los implantes son mucho más bajos de lo que los hospitales cobran a los pacientes que necesitan una reconstrucción.
“Los proveedores de cirugía estética tienen que competir entre sí”, dijo, y “una de las grandes formas es competir en el precio”.
“Cualquiera que sea el costo del implante, no se puede cobrar demasiado, o el paciente simplemente irá a otro lugar”.
El doctor Alex Sobel, cirujano esteticista y presidente de la Junta Americana de Cirugía Estética, dijo que el precio que cobra por los implantes de seno a los pacientes que lo hacen por cosmética es muy similar al precio que paga por los implantes al fabricante. Los implantes de gama alta como los de Daniels tendrían un precio de hasta $3,000 por par, agregó, si Daniels se hubiera sometido a una cirugía estética de aumento de senos.
Sobel tiene un consultorio de cirugía estética en Bellevue, Washington, que se encuentra en la región del país en donde el costo de las cirugías estéticas de senos es de los más altos. Dijo que por lo general paga alrededor de $250 a $700 por implante de solución salina y de $700 a $1,000 por uno de silicona. Los más costosos, los implantes de silicona estables (conocidos como “gummy bears”), tienen un precio de alrededor de $1,350 cada uno.
De manera similar, el doctor Brent Rosen, un cirujano esteticista que ejerce en un suburbio del norte de Filadelfia, dijo que los implantes de silicona que compra oscilan entre $1,500 a $2,000 cada uno, no el par.
Para todo el procedimiento cosmético de aumento de senos con implantes de silicona, Rosen cobra $6,500. Eso es $500 menos que el costo por solo los implantes de silicona de Kim S.
Jena, la economista de salud de Harvard, dijo que la razón detrás de muchos de estos recargos de precios es que los hospitales, como cualquier otro negocio, tratan de obtener ganancias. Y pueden reclamar más a una aseguradora que a un individuo.
“¿Por qué Apple cobra $1,000 por un iPhone? No cuesta mucho hacer un iPhone. Es para tener dinero sobrante. Lo mismo ocurre con los hospitales”, explicó Jena.
Los implantes de seno son solo un ejemplo de cómo los hospitales aumentan significativamente el costo de los dispositivos médicos.
Un estudio de 2017 publicado en JAMA encontró que, para los implantes de rodilla y cadera, las compañías de seguros pagaban el doble de lo que pagaban los hospitales cuando compraban los implantes directamente a los fabricantes.
Es difícil definir un costo de fabricación razonable o un precio mayorista para un implante médico de silicona. Mentor Worldwide y Allergan, los dos mayores fabricantes de implantes mamarios en los Estados Unidos, se negaron a compartir los costos mayoristas de sus productos o sus prácticas de negociación de precios con los proveedores. Para los fabricantes, sus precios son un secreto comercial.
Los hospitales generalmente obtienen dispositivos médicos a través de organizaciones de compras de grupos de atención médica, que se supone que deben negociar con los fabricantes para obtener mejores precios por los artículos. Los hospitales o proveedores más grandes que ofrecen el uso de más de un determinado producto a menudo obtienen grandes descuentos sobre el precio mayorista.
En 2016, Medicare, que tiene una gran influencia en las negociaciones, pagó $516.59 por una “prótesis mamarias de silicona o equivalentes”.
Por lo tanto, el precio en el hospital para los pacientes que pagan por el procedimiento o tienen un seguro comercial es aún más extraordinario.
Un portavoz de Penn Medicine le dijo a Kaiser Health News en un correo electrónico que no podían comentar sobre casos específicos de pacientes, pero que el hospital recibe una “tasa por caso” única o un pago conjunto por todas las cirugías de reconstrucción mamaria, y que el reembolso no está relacionado con el tipo de implante que se elija.
Por supuesto, cuando se trata de aseguradoras poderosas, a los hospitales no se les paga el precio total solicitado en sus facturas. El precio suele ser simplemente el punto de partida de las negociaciones. Generalmente los hospitales reciben una tarifa fija por todas las cirugías de reconstrucción de seno y el reembolso no está relacionado con el tipo de implante de seno que se elige.
“Los hospitales están aumentando el precio de los dispositivos médicos”, dijo Jeffrey McCullough, profesor de políticas de salud en la Universidad de Michigan. Pero, agregó, “casi se puede garantizar que el precio de lista que se ve en la factura de un hospital no es lo que las compañías de seguros le están pagando al hospital”, que negocia descuentos.
Aun así, no todos los pacientes tienen una cobertura de salud tan completa. En otros casos, el gran costo que el hospital cobra por los implantes de seno podría facturarse directamente a los pacientes.
“Si no tienes una compañía de seguros que negocia en tu nombre, lo que habitualmente se hace es cobrarle al paciente”, dijo McCullough.
Esta historia fue producida por Kaiser Health News, un programa editorial independiente de la Kaiser Family Foundation.