En abril, 12 años después que una agencia federal clasificara el formaldehído como carcinógeno en seres humanos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) tiene programado presentar una propuesta que prohibiría ese químico en productos para alisar el cabello.
La medida llega en un momento en que investigadores están cada vez más preocupados por los riesgos de estos productos para la salud, que se promocionan principalmente entre mujeres negras. Pero defensores y científicos dicen que la norma haría muy poco y que, además, llega demasiado tarde.
“Me resulta increíble que todavía se permita el formaldehído en los productos para el cuidado del cabello”, dijo Linda Birnbaum, ex directora del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental y del Programa Nacional de Toxicología. “No sé qué estamos esperando”.
A la pregunta de por qué la FDA está tardando tanto en abordar el tema, Namandjé Bumpus, jefa científica de la agencia reguladora, contestó a KFF Health News: “En primer lugar, me parece que la ciencia ha avanzado. La agencia siempre está evaluando varias prioridades a la vez. En este momento esto es una prioridad para nosotros”.
La lentitud de la FDA para actuar sobre el formaldehído y otras sustancias químicas peligrosas en los alisadores de cabello, refleja en parte sus limitaciones cuando se trata de cosméticos y productos de cuidado personal, opinó Lynn Goldman, ex administradora adjunta de sustancias tóxicas de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. Según la ley, dijo, la FDA debe asumir que las sustancias químicas son “inocentes hasta que se demuestre lo contrario”.
Críticos dicen que esto revela problemas más amplios. “Es un claro ejemplo del fracaso de proteger la salud pública”, dijo David Andrews, científico principal de Environmental Working Group. La organización le pidió a la FDA que prohibiera el formaldehído en alisadores de cabello por primera vez en 2011, y presentó una demanda en 2016. “El público sigue esperando una respuesta”.
Cada vez hay más evidencia que vincula a los alisadores de cabello con ciertos tipos de cáncer relacionados con hormonas. Por eso, el año pasado, las representantes Ayanna Pressley (demócrata de Massachusetts) y Shontel Brown (demócrata de Ohio) instaron a la FDA a que investigara estos productos.
La agencia respondió haciendo lo que, según científicos, debería haber hecho hace años: lanzando un plan que eventualmente prohíba los alisadores químicos que contienen o emiten formaldehído.
Sería una medida fundamental para la salud pública, pero no tiene gran alcance, apuntaron estudiosos del tema. El riesgo elevado de cáncer de mama, ovario y útero asociado con los alisadores de cabello, según estudios epidemiológicos recientes, probablemente se deba no solo al formaldehído, dijeron.
El formaldehído se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer nasofaríngeo y pulmonar, y de leucemia mieloide, dijo Bumpus en un video sobre la propuesta para prohibir el químico, publicado en X (ex Twitter).
Pero Kimberly Bertrand, profesora asociada de la Facultad de Medicina Chobanian & Avedisian de la Universidad de Boston, y otros científicos, dijeron que no sabían de ningún estudio que vinculara al formaldehído con los cánceres ginecológicos o aquellos relacionados con hormonas, que son los que impulsaron el reciente llamado a la acción de la FDA.
Por lo tanto, dijo Bertrand, “me cuesta imaginar que eliminar el formaldehído tendrá un impacto en la incidencia de estos cánceres ginecológicos”. Bertrand es epidemióloga y fue la autora principal del segundo estudio que vincula a los alisadores con un mayor riesgo de cáncer de útero, publicado en diciembre.
Los productos para el cabello que se venden y promocionan a personas afroamericanas contienen una gran cantidad de sustancias químicas peligrosas, dijo Tamarra James-Todd, profesora asociada de epidemiología en la Harvard T.H. Chan School of Public Health, que ha estudiado el tema durante 20 años.
Estudios han demostrado que los alisadores contienen ingredientes incluyendo ftalatos, parabenos y otros disruptores endócrinos que imitan a las hormonas del cuerpo. Estos compuestos se han relacionado con el cáncer y con la pubertad temprana, los fibromas, la diabetes y la presión arterial alta durante el embarazo, un factor en las altas tasas de mortalidad materna en las mujeres negras, afirmó James-Todd.
“Tenemos que hacer más para regular los ingredientes a los que están expuestas las personas, en particular las más vulnerables de este país”, dijo. “Los niños están expuestos a estas sustancias”.
El primer estudio que vinculó los alisadores de cabello con el cáncer de útero, publicado en 2022, encontró que el uso frecuente de estos químicos duplica con creces el peligro. Este estudio siguió a otros que mostraron que las mujeres que usan alisadores para el cabello frecuentemente tienen el doble de riesgo de cáncer de ovario y un 31% más de riesgo de cáncer de mama.
Bumpus elogió los estudios, que calificó de “científicamente sólidos”. Dijo que la agencia iniciaría el proceso para considerar la propuesta en abril.
Algunos procedimientos, como el estilo brasileño, utilizan formaldehído para mantener el cabello lacio durante meses. Los estilistas suelen sellar el producto en el pelo con una plancha. El calor convierte el formaldehído líquido en un gas que libera vapores que pueden afectar la salud de los trabajadores y clientes de los salones de belleza.
El formaldehído no solo está en los cosméticos: también se encuentra en medicamentos, suavizantes de ropa, detergente para lavavajillas, y pinturas. El químico irrita la garganta, la nariz, los ojos y la piel.
No hay voces en contra de la prohibición. Incluso el Personal Care Products Council, la asociación que representa a las empresas fabricantes de estos productos, apoya la prohibición, dijo la vocera Stefanie Harrington en un correo electrónico. Dijo que hace más de 10 años, un panel de expertos pagados por la industria determinó que los productos para el cabello con formaldehído eran peligrosos cuando se calentaban.
California y Maryland prohibirán el formaldehído en todos los productos de cuidado personal a partir del próximo año, y los fabricantes ya han reducido el uso del químico en productos para el cabello. Los informes presentados al Safe Cosmetics Program del Departamento de Salud Pública de California muestran que la presencia de formaldehído en los productos se redujo 10 veces entre 2009 y 2022.
John Bailey, ex director de la Oficina de Cosméticos y Colorantes de la FDA, dijo que la agencia federal suele esperar a que la misma industria elimine ingredientes peligrosos de forma voluntaria.
Cheryl Morrow cofundó The Relaxer Advocates a fines del año pasado, un grupo de abogacía que nuclea salones de belleza, como California Curls, que heredó de su padre barbero, especializados en el cuidado del cabello de personas negras. “Prohíbanlo”, dijo Morrow, refiriéndose al formaldehído, “pero por favor no lo confundan culturalmente con lo que hacen las personas negras”.
Insistió en que los alisadores que usan los afroamericanos no contienen formaldehído ni otros carcinógenos y que son seguros.
Un estudio de 2018 encontró que los productos para el cabello utilizados principalmente por mujeres y niños negros contenían varios ingredientes peligrosos. Los investigadores examinaron 18 productos, desde tratamientos a base a aceite caliente hasta lociones anti-frizz, acondicionadores y relajantes. En cada uno de estos productos encontraron al menos cuatro y hasta 30 sustancias químicas que alteran el sistema endócrino.
Por mucho tiempo, el racismo en los ideales de belleza ha hecho que las niñas y mujeres con cabello rizado se lo alisen. Entre el 84% y el 95% de las mujeres negras en Estados Unidos dicen que usan relajantes, según estudios.
La aplicación frecuente y continua de relajantes químicos en el cabello y el cuero cabelludo podría explicar por qué los cánceres relacionados con las hormonas matan a más mujeres negras que blancas per cápita, dicen Bertrand y otros epidemiólogos. Estos relajantes crean tanta dependencia que algunos los llaman “crack cremoso”.
Astrid Williams, educadora de salud pública y directora de programas e iniciativas de Black Health Network, en California, ha estado al tanto desde hace años de los riesgos para la salud asociados con los alisadores para el cabello. Sin embargo, usó estos productos desde los 13 años hasta hace dos años, cuando tenía 45.
“Sentía que tenía que verme de cierta manera”, dijo.
Prohibir el formaldehído no hará que el “crack cremoso” sea seguro, afirmó. “Ni siquiera es una solución transitoria. Deberíamos ocuparnos de todas las sustancias químicas peligrosas”.