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Cómo puede afectar a la atención médica el fallo de acción afirmativa de la Corte Suprema

Cómo puede afectar a la atención médica el fallo de acción afirmativa de la Corte Suprema

Manifestantes a favor y en contra de la acción afirmativa en Capitol Hill en Washington, DC, el 29 de junio. En una decisión que dividió a los jueces conservadores y liberales, la Corte Suprema dictaminó que los programas de admisión conscientes de la raza en la Universidad de Harvard y la Universidad de Carolina del Norte eran inconstitucionales, estableciendo un precedente para las admisiones en otras universidades. (Anna Moneymaker/Getty Images)

A los médicos les preocupa que un fallo de la Corte Suprema emitido el 29 de junio tenga efectos de gran alcance no solo en la diversidad de médicos y otros proveedores de salud en capacitación sino, en última instancia, también en la atención del paciente.

La decisión dijo que es inconstitucional que los colegios y universidades usen la raza como un factor en la admisión de estudiantes, lo que afectará las decisiones de inscripción en instituciones educativas públicas y privadas, incluidas las facultades de medicina.

Al igual que otras instituciones académicas, las escuelas de medicina han tenido en cuenta durante mucho tiempo la raza en las decisiones de admisión. Las escuelas operaron bajo el principio, y hay evidencia considerable de que están en lo correcto, de que una fuerza laboral de médicos más diversa hace un mejor trabajo tratando a pacientes de minorías.

La “decisión demuestra una falta de comprensión de los beneficios críticos de la diversidad racial y étnica en los entornos educativos y una falta de reconocimiento de la necesidad urgente de abordar las desigualdades en salud”, indica una declaración de David Skorton, presidente y director ejecutivo de la Association of American Medical Colleges (AAMC), y de Frank Trinity, su director legal.

John Roberts, el presidente de la Corte Suprema, escribió la opinión de la mayoría. Sostuvo que los programas de admisión de los acusados Harvard College y la Universidad de Carolina del Norte violan la cláusula de igualdad de protección de la Enmienda 14, que prohíbe la discriminación racial. La decisión anuló décadas de precedentes legales que habían permitido a los colegios y universidades evaluar a los posibles estudiantes por su raza, además de factores como los registros académicos y los puntajes en pruebas.

En disidencia, la jueza asociada Sonia Sotomayor escribió en nombre de los tres jueces liberales de la corte que el fallo “consolida una regla superficial de daltonismo como principio constitucional en una sociedad endémicamente segregada donde la raza siempre ha importado y continúa importando”.

¿Qué significa este fallo para las escuelas de medicina?

La decisión puede tener serias repercusiones, dicen educadores.

La AAMC, que representa a más de 500 facultades de medicina y hospitales universitarios, presentó un escrito ante el tribunal argumentando que la diversidad en la educación médica “literalmente salva vidas” al garantizar que los médicos, enfermeras y otros profesionales de salud puedan atender de manera competente a una población cada vez más diversa.

“La diversidad en los proveedores de atención médica contribuye a aumentar la confianza de los estudiantes, aprendices y médicos para trabajar con poblaciones de pacientes que son diferentes a sus propias identidades”, dijo Norma Poll-Hunter, directora sénior de diversidad de la fuerza laboral en la AAMC.

Aunque es imposible predecir el impacto general del fallo de la corte, observar algunos de los nueve estados que ya tienen prohibiciones sobre las admisiones universitarias basadas en la raza puede proporcionar pistas. Un análisis de las prohibiciones en seis estados encontró que la inscripción de estudiantes de color en las escuelas de medicina cayó cerca de un 17% después de que se instituyeron las prohibiciones.

¿Qué ocurre con los pacientes?

Al momento es difícil de decir.

A pesar de que Estados Unidos tiene uno de los sistemas de investigación médica y atención clínica más avanzados del mundo, a los negros y algunas otras minorías a menudo les va peor que a los blancos no hispanos en una variedad de medidas de salud.

Su esperanza de vida es más corta: 65,2 años para los nativos americanos y los nativos de Alaska y 70,8 para los negros en 2021, frente a 76,4 para los blancos, según KFF. Los bebés negros y de las Islas del Pacífico tenían aproximadamente el doble de probabilidades de morir que los bebés blancos, y las mujeres de esos grupos minoritarios tenían las tasas más altas de mortalidad relacionada con el embarazo en 2021.

Investigaciones muestran que las personas de todas las razas tienden a preferir ver médicos que son similares a ellos en cuanto a raza o etnia, según Poll-Hunter. Cuando los pacientes son de la misma raza o género que su proveedor, reportan mayores niveles de satisfacción y confianza, y una mejor comunicación. También pueden tener mejores resultados de salud, revela la investigación.

Por ejemplo, en un estudio de 1,8 millones de bebés nacidos en hospitales de Florida entre 1992 y 2015, los recién nacidos negros tenían la mitad menos de probabilidades de morir cuando eran atendidos por médicos negros que cuando sus médicos eran blancos no hispanos. Históricamente, la investigación se ha centrado en los recién nacidos blancos con médicos blancos, dijo el autor principal del estudio, Brad Greenwood, profesor de sistemas de información y gestión de operaciones en la Universidad George Mason.

“En la medida en que los médicos de un grupo social externo tengan más probabilidades de ser conscientes de los desafíos y problemas que surgen al tratar a su grupo, es lógico pensar que estos médicos pueden estar mejor equipados para tratar a pacientes con necesidades complejas”, según el estudio.

Sin embargo, la solución no es tratar de garantizar que todos los pacientes negros sean atendidos por médicos negros, dijo Greenwood.

“La medicina de Jim Crow no va a resolver esto”, dijo, refiriéndose a las leyes promulgadas en los siglos XIX y XX que imponían la segregación racial.

Garantizar una base médica diversa puede mejorar la atención de todos los pacientes, incluidos los de grupos marginados. “A medida que aumenta la diversidad, la variedad de opiniones aumenta el alcance de cómo las personas piensan sobre las cosas y expresan las mejores prácticas”, dijo.

Do No Harm, un grupo de profesionales médicos y de políticas que se oponen a las admisiones a las escuelas de medicina con conciencia racial y otras políticas que incorporan consideraciones basadas en la identidad en la toma de decisiones de atención médica, dice que la admisión con conciencia racial se trata de discriminación, no de diversidad.

“Nuestra opinión es que cualquiera que ingrese a la atención médica debe ser el más calificado”, dijo Stanley Goldfarb, quien preside la junta directiva de Do No Harm. “No importa el género o la raza. Lo único que importa es que sean personas buenas, éticas y buenas en lo que hacen”.

Goldfarb citó estudios que no mostraron “ninguna relación” entre la concordancia de raza o etnia y la calidad de la comunicación, y evidencia “no concluyente” para los resultados de salud de los pacientes.

La primera clase de la escuela de medicina que se verá afectada será la clase de 2028. Algunos expertos han sugerido que las universidades y las escuelas de medicina pueden adoptar políticas que tengan en cuenta los ingresos o la riqueza familiar al determinar a quién admitir. Después de que California prohibiera las admisiones basadas en la raza en 1996, la escuela de medicina de la Universidad de California-Davis cambió su proceso para poner menos énfasis en los puntajes y calificaciones del MCAT y más en las medidas socioeconómicas, según Stat.

Poll-Hunter, de la AAMC, no está convencida. “No hay sustituto para la raza”, dijo. “La realidad es que en Estados Unidos tenemos una historia de exclusión, desplazamiento y colonización tal que no podemos ignorar la realidad de la raza”.

This article was produced by KFF Health News, a national newsroom that produces in-depth journalism about health issues and is one of the core operating programs at KFF — the independent source for health policy research, polling, and journalism.