Tener gripe, tener gripa, engriparse, agriparse, estar agripado, estar griposo, agarrar la gripe, coger la influenza. En español, hay al menos una docena de maneras de decir que alguien tiene gripe, según el país.
Traducir “cardiac arrest” también es complicado porque “arresto” en español significa ser detenido por la policía. De la misma manera, estar “intoxicado” no quiere decir que la persona está ebria, sino que tiene una intoxicación alimentaria.
Existen innumerables ejemplos de cómo una traducción podría salir mal en cualquier idioma: las palabras adquieren nuevos significados, los modismos van y vienen, y las comunidades adoptan jergas y dialectos en el habla cotidiana.
Los traductores humanos trabajan arduamente para mantenerse al día con los cambios, pero California planea confiar pronto esta responsabilidad a la tecnología.
Oficiales de salud estatales quieren aprovechar los recursos emergentes de la inteligencia artificial (IA) para traducir una amplia gama de documentos y contenidos de sitios web relacionados con “información, programas, beneficios y servicios de salud y servicios sociales”, según los registros estatales.
Sami Gallegos, vocera de la Agencia de Salud y Servicios Humanos de California (CalHHS), se negó a dar detalles sobre cuáles serán exactamente esos documentos y a los idiomas que serán traducidos, con el argumento de que se trata de información “confidencial”.
La agencia está buscando distintas ofertas de empresas de tecnología informática para esta ambiciosa iniciativa, aunque aún no está claro cuándo comenzará el trabajo ni cuánto costará. El proyecto será supervisado por editores humanos que revisarán y editarán las traducciones, apuntó Gallegos.
Los oficiales de la agencia dicen que esperan ahorrar dinero y también facilitar que la información fundamental sobre atención médica esté disponible para un mayor número de personas en el estado lingüísticamente más diverso del país.
El proyecto comenzará con la traducción de material escrito. Pero Mark Ghaly, secretario de CalHHS, dijo que, si esta tecnología se utiliza con éxito, podría aplicarse más ampliamente.
“¿Cómo podríamos, potencialmente, no solo transformar todos nuestros documentos sino también nuestros sitios web, nuestra capacidad de interacción e incluso algunas de las entradas de nuestros centros de llamadas, utilizando IA?”, se preguntó Ghaly durante una reunión informativa sobre la aplicación de IA en la atención médica, realizada en Sacramento en abril.
Sin embargo, algunos traductores y académicos temen que la IA carezca del matiz de la interacción humana y no esté del todo preparada para el desafío. Entregar el trabajo crucial de la traducción a las máquinas podría generar errores en la redacción y en la comprensión de los textos, dicen. Esto, en última instancia, haría que la información fuera menos precisa y accesible para los pacientes.
“La IA no puede reemplazar la sensibilidad, la empatía y la lucidez humanas, los gestos y tonos significativos”, opinó Rithy Lim, intérprete médico y legal de Fresno. Lim tiene 30 años de experiencia traduciendo Khmer, la lengua principal de Cambodia.
La inteligencia artificial es la ciencia de diseñar sistemas de computación que “piensan”, imitando el razonamiento humano, resolviendo problemas y comprendiendo el lenguaje. Un tipo de inteligencia artificial conocida como IA generativa o GenAI, en la que las computadoras se entrenan utilizando cantidades masivas de datos para “aprender” el significado de las cosas y responder a indicaciones, está impulsando una ola de inversión, liderada por empresas como Open AI y Google.
La IA se está integrando rápidamente a la atención médica y ya participa en programas que diagnostican retinopatía diabética, que analizan mamografías o que conectan de forma remota a los pacientes con el personal de enfermería.
Defensores de la aplicación masiva de esta tecnología a menudo hacen la confiada afirmación de que pronto todos tendrán su propio “Dr. IA”.
La IA también ha cambiado las reglas del juego en el campo de las traducciones. ChatGPT, el Neural Machine Translation System de Google y Open Source no solo son más rápidos que las tecnologías anteriores como Google Translate, sino que pueden procesar grandes volúmenes de contenidos y aprovechar una amplia base de datos y palabras para casi imitar la traducción humana.
Mientras que un traductor humano profesional puede necesitar unas tres horas para traducir un documento de 1,600 palabras, la IA puede hacerlo en 1 minuto.
Arjun “Raj” Manrai, profesor asistente de informática biomédica en la Escuela de Medicina de Harvard y editor adjunto de New England Journal of Medicine AI, sostiene que el uso de esta tecnología representa una progresión natural en la traducción médica, dado que los pacientes ya usan Google Translate y plataformas de IA para traducir para sí mismos y para sus seres queridos.
“Los pacientes no están esperando”, aseguró.
Manrai también sostiene que la inteligencia artificial generativa podría ser particularmente útil en este contexto. Las traducciones a través de la GenAI “pueden aportar un valor concreto a los pacientes porque simplifican la información médica compleja y la vuelven más accesible”, agregó.
Los documentos del estado para la licitación dicen que el objetivo del proyecto es aumentar la “velocidad, eficiencia y consistencia de las traducciones, y generar mejoras en el acceso al idioma” en un estado donde 1 de cada 3 personas habla un idioma distinto del inglés, y en donde se hablan más de 200 lenguas.
En mayo de 2023, CalHHS adoptó una “política de acceso lingüístico” que requiere que sus departamentos traduzcan todos los documentos “vitales” a por lo menos los cinco idiomas principales que hablan los californianos que tienen un dominio limitado del inglés. Cuando se adoptó esta política, esos idiomas eran español, chino, tagalo, vietnamita y coreano.
Ejemplos de esos documentos vitales incluyen: solicitudes de programas, avisos sobre elegibilidad para distintos beneficios y el contenido esencial de sitios web públicos.
Actualmente, traductores humanos hacen estas traducciones. Con la IA, se podrían traducir más documentos a más idiomas.
Una encuesta realizada por la California Health Care Foundation (CHCF) a finales del año pasado reveló que el 30% de los hispanohablantes tiene dificultad para explicarles a los médicos sus problemas y preocupaciones de salud. En el caso de los angloparlantes, el porcentaje es 16%.
Defensores de la equidad en salud dicen que la IA ayudará a zanjar esa brecha.
“Esta tecnología es una herramienta muy poderosa en el área del acceso al idioma”, dijo Sandra R. Hernández, presidenta y directora ejecutiva de la fundación. “En buenas manos, tiene muchas oportunidades de expandir la capacidad de traducción para abordar las inequidades”.
Pero Hernández también advirtió que las traducciones realizadas con IA deben tener supervisión humana para capturar verdaderamente el significado de los textos.
“La interacción humana es muy importante para asegurarse de haber alcanzado la mayor precisión y que se reflejen los matices culturales”, afirmó.
Lim recordó una situación en la que la hija de una paciente tradujo a su madre las instrucciones preoperatorias la noche anterior a que fuera sometida a cirugía. En lugar de traducir las indicaciones escritas como “no puedes comer” después de cierta hora, una prohibición absoluta, le dijo a su madre “no deberías comer”, lo que ella entendió solo como una sugerencia.
La madre desayunó y la cirugía tuvo que reprogramarse.
“Incluso unas pocas palabras que cambien de significado podrían tener un impacto drástico en la forma en que las personas entienden la información”, dijo Sejin Paik, que está haciendo un doctorado en periodismo digital, interacción humano-computadora y medios emergentes en la Universidad de Boston.
Paik, que creció hablando coreano, también señaló que los modelos de IA a menudo se entrenan desde una perspectiva occidental. Los datos que alimentan las traducciones entienden otros idiomas desde la perspectiva del inglés, “lo que podría resultar en malas interpretaciones del otro idioma”, dijo.
En este panorama de cambios vertiginosos, “necesitamos involucrar más voces diversas, a más personas que piensen en los conceptos éticos y en cómo pronosticar mejor el impacto de esta tecnología”, aseguró Paik.
Manrai también señaló que deben abordarse algunas fallas de esta tecnología incipiente. Por ejemplo, a veces la IA inventa oraciones o frases que no están en el texto original, creando información falsa, un fenómeno llamado “alucinaciones de IA” o “confabulaciones”.
Ching Wong, director ejecutivo del Vietnamese Community Health Promotion Project en la Universidad de California-San Francisco, ha estado traduciendo contenido de salud del inglés al vietnamita y al chino durante 30 años.
Wong proporcionó algunos ejemplos de matices en el idioma que podrían confundir a los programas de traducción de IA.
Por ejemplo, señaló, el cáncer de mama en chino es denominado como “cáncer de pecho”.
También explicó que “tú” tiene diferentes significados en vietnamita, dependiendo del rango de la persona en la familia y en la comunidad. Si un médico usa “tú” incorrectamente con un paciente, podría ser ofensivo, dijo Wong.
Pero Ghaly ha sido muy enfático en señalar que las oportunidades superan a los inconvenientes. Dijo que el estado debería “cultivar la innovación” para ayudar a las poblaciones vulnerables a obtener un mayor acceso a la atención y a los recursos.
Y fue claro: “No reemplazaremos a los humanos”.