Al final, literalmente, los candidatos volvieron a la atención médica.
Es probable que el sexto debate presidencial demócrata del jueves 19 de diciembre sea recordado por sus fuertes intercambios sobre el financiamiento de la campaña y una brillante recaudación de fondos en un viñedo del valle de Napa.
Pero justo antes de sus declaraciones finales, después de largas discusiones sobre el juicio político, el cambio climático y los derechos humanos en China, los siete candidatos que participaron del último debate de 2019 hablaron sobre la practicidad de una reforma radical de la atención médica, específicamente, de Medicare para Todos.
A la luz de los desafíos de la administración Obama para aprobar la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA) hace casi una década, se le preguntó al ex vicepresidente Joe Biden sobre la probabilidad de poder reemplazar el sistema de atención de salud actual del país por un sistema de pagador único.
“No creo que sea realista”, respondió.
Biden señaló que los estadounidenses ya están pagando impuestos para que una porción relativamente pequeña de la población esté cubierta por Medicare, sugiriendo que los impuestos se dispararían bajo un sistema de pagador único.
Sí, respondió el senador por Vermont Bernie Sanders.
Sanders dijo que es cierto que, con su plan de Medicare para Todos, los impuestos subirían. Pero agregó que las primas, los deducibles y los gastos de bolsillo desaparecerían, y habría un límite anual en los costos de los medicamentos recetados.
“El día tiene que llegar, y lo haré, cuando finalmente les digamos a las compañías farmacéuticas y a las aseguradoras, que la función del sistema es brindar atención médica a todas las personas de manera efectiva”, dijo Sanders. “No obtener ganancias para las compañías farmacéuticas y las compañías de seguros”.
La senadora por Minnesota Amy Klobuchar, quien, como Biden, propuso agregar una opción pública al sistema existente, adoptó un enfoque más sencillo para criticar a Medicare para Todos.
“Si quieres cruzar un río con aguas turbulentas, construyes un puente”, dijo. “No lo haces explotar”.
Fue una repetición de una discusión sobre la reforma de la atención médica que se ha vuelto familiar para cualquiera que haya visto cualquiera de los cinco debates anteriores.
Pero a falta de seis debates demócratas en la temporada de primarias, los candidatos también abordaron temas que se centraron más en la atención: las sorprendentes disparidades raciales en las tasas de mortalidad materna y el tratamiento de las personas con capacidades diferentes.
Andrew Yang, un empresario que basa principalmente su propuesta de instituir un ingreso básico universal de $1,000 por mes, señaló que las mujeres de raza negra tienen un 320% más de probabilidades de morir en el parto.
Esa disparidad ha generado fuertes reclamos para extender la cobertura de Medicaid, para asegurar que a muchas nuevas mamás madres no se les saque la atención médica poco después de dar a luz.
Y hablando como padre de un niño con necesidades especiales, Yang señaló que su plan universal de un ingreso básico podría ayudar a alejar más la responsabilidad de cuidar a las personas con discapacidad de los gobiernos locales con problemas de fondos.
“Vamos a quitar esta carga de las comunidades y de las escuelas que no tienen los recursos para apoyar a niños como mi hijo, y convertirla en una prioridad federal, no local, por lo que no están robando a Peter para pagarle a Paul”, dijo.
La senadora por Massachusetts Elizabeth Warren, quien fue maestra de niños con necesidades especiales, prometió financiar completamente la Ley de Educación para Individuos con Discapacidades, una ley aprobada en 1975 que tenía la intención de proporcionar educación gratuita y especializada a las personas con capacidades especiales.
Agregó que también se centraría en apoyar a este grupo para conseguir trabajo y vivienda.
“Tenemos que ayudar a todos”, dijo Warren. “Porque como nación, esto es realmente una medida de quiénes somos”.
El séptimo debate está programado para el 14 de enero, con tres más en febrero y otros dos aún sin fecha.
Esta historia fue producida por Kaiser Health News, un programa editorial independiente de la Kaiser Family Foundation.