Millones de californianos portan en sus billeteras y carteras las tarjetas del Medi-Cal, como prueba de cobertura de salud del programa estatal de Medicaid más grande en el país.
“Es la cara del Medi-Cal”, dijo Stan Rosenstein, un consultor de cuidado de salud en Sacramento, quien terminó su carrera de 31 años en el Medi-Cal en 2008, como director estatal del Medicaid.
Es un rostro serio. Fuera de moda. Décadas viejo.
Pero ahora está teniendo un cirugía cosmética.
Recientemente, Rosenstein dió a conocer la nueva tarjeta del programa, en la celebración por el 50 aniversario del Medi-Cal, en Sacramento. Es más colorida, más “California” y definitivamente menos burocrática.
Bien dotada de amapolas de California, la tarjeta comenzará a aterrizar en los buzones pronto.
“El departamento está tratando de llevar esta tarjeta a todos”, dijo Rosenstein. “Va a ser algo mucho más amigable para las personas en Medi-Cal, algo de lo que pueden estar orgullosos”.
El debut de la nueva tarjeta parece en mayor parte simbólico. No hace nada que no hiciera la tarjeta vieja.
Y, por supuesto, no aborda algunos de los problemas persistentes que persiguen al programa: quejas de los proveedores médicos y dentales sobre las bajas tasas de reembolso, atraso en el acceso de miembros a especialistas y otros proveedores de cuidado, y muchos otros desafíos.
Oficiales y expertos en cuidado de salud dijeron que el nuevo diseño refleja un programa en cambio —y en crecimiento— que ahora provee seguro de salud a cerca de un tercio de la población del estado.
Escuchó bien. El Medi-Cal, el programa de seguro de salud del estado, financiado públicamente para residentes de bajos ingresos, cubre a 13,3 millones de californianos. En algún momento del próximo año, se espera que ese número llegue a 14 millones, dijo Norman Williams, vocero del Departamento de Servicios de Cuidado de Salud (Department of Health Care Services), que administra el Medi-Cal.
“Es un reconocimiento de que ya no es el programa de Medi-Cal de la abuela”, dijo Anthony Wright, director ejecutivo del grupo de defensa del consumidor Health Access California.
En 2014, como parte de la Ley de Cuidado de Salud, el Medi-Cal expandió su elegibilidad, para incluir a personas con ingresos más altos y a adultos sin niños, entre otros cambios. Desde entonces, la inscripción ha explotado.
“Incluso las personas que han tenido ingresos medios en sus carreras, pero están cambiando de trabajo, ahora tienen Medi-Cal”, dijo Wright. “Es apropiado que la tarjeta luzca más como una tarjeta de seguro privado”.
No es claro cuándo exactamente serán liberadas las nuevas tarjetas. En el evento del aniversario, Rosenstein dijo que comenzarían a ser distribuidas entre los miembros este verano. Más tarde, Williams dio marcha atrás y dijo que “al momento, no hemos fijado una fecha de producción” debido a que el departamento necesita primero preparar a médicos y a otros proveedores de Medi-Cal para el cambio.
El departamento comenzó sus esfuerzos de alcance a los proveedores la semana pasada, dijo.
Cuando las nuevas tarjetas sean distribuidas, van a ir primero a los nuevos afiliados, y a los afiliados actuales cuyas tarjetas se han perdido o fueron robadas, dijo Williams.
Luego de eso, es posible que sean distribuidas a los miembros cuando renueven su elegibilidad anualmente, dijo.
El costo de las nuevas tarjetas es mínimo porque el diseño fue creado en el mismo departamento, y se usarán las mismas máquinas de impresión que producen las tarjetas actuales, dijo Williams.
“Queremos hacer esto con cuidado. No queremos que la gente se confunda”, dijo. “No queremos que la gente tenga dificultades para acceder a los servicios”.
En los primeros días del Medi-Cal, las tarjetas de papel del Medi-Cal se enviaban por correo a los miembros con estampillas en ellas, dijo Rosenstein. Cuando los miembros iban a doctores u otros proveedores para ciertos tipos de servicios, como visión o a cuidado quiropráctico, sacaban una de las estampillas, que el proveedor pegaba en el formulario de reclamo.
“Eso no es un gran sistema para automatización”, dijo.
Así que cuando la tarjeta actual se introdujo en 1994, la banda magnética marcó un “gran avance para el Medi-Cal”, dijo Rosenstein.
Su diseño, no tanto.
“La intención era tener una tarjeta oficial, que luciera ‘del gobierno’”, dijo.
Williams dijo que el plan para la nueva tarjeta fue lo opuesto.
“Queremos que se vea menos burocrática. La vieja parecía la típica tarjeta de asistencia pública”, dijo. “A medida que evolucionamos, el Medi-Cal es más que solo un programa para personas de bajos ingresos”.