SACRAMENTO – Cuando el gobernador Gavin Newsom asumió el cargo hace cuatro años, el demócrata arremetió contra los republicanos a nivel nacional ante su intento de destruir la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA). La clave para su ambicioso programa de salud era restablecer la multa a los californianos sin cobertura sanitaria, que se había eliminado a nivel federal.
Era una propuesta difícil de vender para un nuevo gobernador, y Newsom necesitaba aliados fuertes entre los líderes demócratas del estado, que en aquel momento, en 2019, expresaron su preocupación por la imposición de un nuevo impuesto a los californianos que no podían permitirse el creciente costo de la atención de salud.
Los demócratas que, entonces como ahora, controlaban la legislatura estatal, finalmente apoyaron a Newsom a cambio de una promesa: el estado cobraría la multa pero usaría ese dinero para ayudar con los gastos de bolsillo de los californianos que compraran un seguro de salud en el mercado de seguros de salud estatal, Covered California.
Pero Newsom, ahora en su segundo mandato, se ha retractado de esa promesa. Su administración se aferra a los ingresos recaudados por el llamado “mandato individual”, el requisito de que hay que tener cobertura sanitaria o pagar una multa. Y su presupuesto para el próximo año fiscal, que comienza el 1 de julio y se está debatiendo en la legislatura estatal, canaliza el dinero al fondo general del estado.
Esto ha enfurecido a sus colegas demócratas, que lo acusan de romper una promesa, y de no tener en cuenta a los millones de californianos que no pueden pagar deducibles y copagos.
California comenzó a multar a los no asegurados en 2020, recaudando un estimado de $1,1 mil millones en los primeros tres años, y la administración Newsom proyecta que agregará más de $700 millones en los próximos dos años, elevando el total proyectado de cinco años a $1,8 mil millones, según el Departamento de Finanzas del estado.
Los líderes demócratas dijeron que la táctica de Newsom de retener el dinero para el fondo general es una “estafa”.
“El dinero del mandato debe dedicarse a la salud”, dijo el presidente “pro tempore” del Senado Toni Atkins a KFF Health News, argumentando que el estado debería distribuir el dinero ahora para ayudar a las personas a pagar la cobertura de salud. “No sé qué estamos esperando. Tenemos que encontrar una manera de hacer que la atención médica sea más accesible, y no hay duda de que el costo del seguro de salud es una barrera”.
Se espera que los legisladores demócratas sigan presionando a Newsom con la esperanza de llegar a un acuerdo, antes de la fecha límite del 15 de junio, para aprobar un proyecto de ley presupuestario. “Siempre pensamos que el dinero se destinaría a reducir los costos de seguro”, señaló el miembro demócrata de la Asamblea Phil Ting, presidente del Comité de Presupuesto.
En 2019, Newsom hizo campaña por el mandato individual ante el aumento de las primas de seguro, prometiendo reducir los costos de atención médica de los consumidores de Covered California mientras se diferenciaba del entonces presidente Donald Trump, que calificaba el mandato de injusto.
Los republicanos del Congreso habían retirado la penalización federal —parte de ACA— en 2017. Newsom argumentó que todavía funcionaría en California para reducir los costos de atención médica, y para alcanzar su objetivo de atención médica universal, la pieza central de su ambiciosa agenda de salud.
Newsom argumenta ahora que los subsidios federales para el seguro médico que compensan el costo de las primas mensuales son suficientes. Y, ante un déficit presupuestario estatal previsto de $32,000 millones, Newsom afirma que California no puede permitirse gastar el dinero y reducir aún más los gastos de bolsillo.
Argumenta, por ejemplo, que gastar el dinero para recortar deducibles (la cantidad que pagas por la cobertura antes de que tu seguro empiece a pagar), sería “insostenible”. Su propuesta mantendría el dinero para el fondo general del estado, y se utilizaría en lo que California necesite.
Pero los activistas de la salud que presionaron a favor de la multa, así como muchos legisladores demócratas, dicen que los fondos podrían salvar vidas y deberían distribuirse ahora.
“El mandato individual no estaba destinado a crear fondos para otros programas gubernamentales que no fueran la atención de salud”, explicó el miembro demócrata de la Asamblea Jim Wood, de Santa Rosa, presidente del Comité de Salud, en una acalorada audiencia sobre el presupuesto esta primavera. “La clara intención de la legislatura era que este dinero se destinara a la asequibilidad”.
Wood dijo que habría rechazado el plan de Newsom si hubiera sabido que los ingresos que generara se depositarían directamente en el fondo general. “No creo que lo hubiera apoyado”, dijo. “Me parece una violación de lo que pensábamos que estábamos haciendo”.
El aumento de los gastos de salud, por ejemplo en primas de seguros y deducibles, está llevando a que las personas renuncien a la atención médica. En California, un asombroso 52% de los residentes afirma haber renunciado o retrasado un tratamiento en el último año por motivos económicos, según una encuesta reciente de la organización sin fines de lucro California Health Care Foundation. (California Healthline es un servicio editorial independiente de la California Health Care Foundation).
Diana Douglas, cabildera de Health Access California, que formó parte de la coalición que respaldó el mandato de cobertura del estado en 2019, señaló que Newsom debe reconocer el aumento de los costos y gastar el dinero ahora en ayudar al acceso a la salud. “Este dinero de la multa debe usarse para ayudar a los californianos a pagar la cobertura y la atención”.
Los planes de seguro de salud ofrecidos por Covered California siguen encareciéndose. Los deducibles para un plan de seguro de nivel medio, por ejemplo, subirán a $5,400 el próximo año, según Covered California, frente a los $4,750 de este año y los $3,700 de hace dos años.
Muchos californianos que compran cobertura también posponen el tratamiento ante los altos costos. Una encuesta realizada por Covered California en 2022 reveló que el 48% de sus consumidores aplazaron atención médica importante debido al precio.
Newsom esquivó esta primavera una pregunta de KFF Health News sobre las críticas a las que se enfrenta por su presión para retener el dinero del mandato, diciendo simplemente que está “orgulloso” de haber establecido el mandato de cobertura estatal y señalando que los subsidios federales a las primas están disponibles para los californianos que compran cobertura a través de Covered California.
Su administración defendió la canalización del dinero al fondo general, diciendo que los ingresos serían devueltos a un fondo especial de salud y estarían disponibles para su uso en la asistencia sanitaria con el tiempo, si el gobierno federal recortara los subsidios premium existentes.
Funcionarios de la administración argumentan que Newsom está esencialmente pidiendo prestado el dinero, diciendo que será devuelto más tarde, aunque los legisladores dudan que vaya a cumplir esa promesa.
Los críticos y algunos legisladores demócratas dicen que retener el dinero es un doble golpe para los residentes de bajos y medianos ingresos que sufren para pagar la cobertura, y argumentan que equivale a un impuesto a los pobres. “Da la sensación de que estamos intentando ahorrar a costa de nuestras comunidades de bajos ingresos”, indicó la senadora estatal demócrata Caroline Menjivar, que representa al Valle de San Fernando.
La mayoría de los que pagan la multa son californianos de ingresos bajos y medios que ganan menos del 400% del umbral federal de pobreza, que es de $58,320 para un individuo y $120,000 para una familia de cuatro miembros, según los últimos datos disponibles de la Franchise Tax Board.
Los legisladores demócratas apoyan este año una propuesta alternativa, defendida por Health Access California, para destinar los ingresos procedentes de multar a los residentes no asegurados a aumentar los subsidios de seguros de salud para las personas de ingresos bajos y medios. De este modo, se cumpliría el acuerdo que los activistas alcanzaron el año pasado con los legisladores demócratas del estado para reducir o eliminar los gastos de bolsillo en Covered California, y erradicar por completo los deducibles en un plan de nivel medio.
“Tenemos que asegurarnos de que las personas no sólo tengan cobertura de salud, sino que también puedan permitirse utilizarla”, expresó Ronald Coleman Baeza, de la Red de Salud Pan-Étnica de California.
Aunque Newsom y sus aliados demócratas han aprobado importantes ampliaciones de la cobertura, el estado no ofrece salud para todos.
Expertos dicen que más de 2,5 millones de californianos siguen sin seguro, incluidos los inmigrantes indocumentados que ganan demasiado para tener derecho a Medi-Cal, y los legisladores están cada vez más inquietos porque no todos los residentes con seguro puedan permitirse el lujo de utilizar su cobertura.
“Hubo un claro compromiso de que estos dólares se utilizarían para reducir los costos de la atención sanitaria, y no lo hemos hecho”, afirmó la miembro de la Asamblea Pilar Schiavo, representante demócrata del Valle de Santa Clarita, que presentó un proyecto de ley que exigiría que los ingresos recaudados por el mandato individual se destinaran permanentemente a la atención de salud.
Aunque la propuesta fracasó, puede ser revivida el próximo año, y los activistas aseguran que seguirán presionando a Newsom para distribuir el dinero existente entre los clientes de Covered California.
“Tenemos que cumplir nuestras promesas”, enfatizó Schiavo. “Si tienes un seguro que no puedes permitirte usar, o tienes miedo de ir a ver al médico por lo elevada que pueda ser la factura, entonces no tienes realmente acceso ni cobertura universal”.