Planned Parenthood está preparando una campaña millonaria con el objetivo de desalojar de sus bancas a los congresistas republicanos de California.
Esta ofensiva estratégica es parte de un esfuerzo nacional más amplio del grupo de derechos reproductivos, que se propone evitar que una mayoría republicana apruebe restricciones al derecho al aborto, incluida una prohibición nacional.
Planned Parenthood Affiliates of California ha puesto la mira en ocho distritos en los que los votantes apoyaron mayoritariamente a los republicanos en 2022, aunque antes habían respaldado una enmienda constitucional que consagraba el acceso al aborto y a los anticonceptivos.
La estrategia publicitaria adoptó un enfoque negativo porque se centra en los antecedentes de cada uno de los congresistas que votaron contra el acceso al aborto y a métodos anticonceptivos en general.
En campañas anteriores, el grupo usó la idea del “Burn Book” de la comedia de 2004 “Mean Girls”, donde las protagonistas escribían rumores sobre sus compañeros de escuela.
Oficiales del Partido Republicano respondieron que confiaban en que los votantes de esos distritos considerarían el panorama general y mantendrían a los republicanos en sus bancas. Y uno de los candidatos rechazó la imputación de que el acceso a la atención reproductiva estuviera amenazado en el estado.
“El acceso al aborto y a otros servicios de salud reproductiva no van a desaparecer en California”, dijo Calvin Moore, vocero del congresista republicano Ken Calvert, del condado de Riverside. “El congresista Calvert cree que se trata de una cuestión profundamente personal que debe dejarse a criterio de los estados y se opone a una prohibición nacional del aborto”.
Con 52 escaños, la liberal California podría jugar un papel crucial en el control de la Cámara de Representantes de Estados Unidos este otoño.
Pero Planned Parenthood tiene mucho trabajo por delante, ya que siete de los escaños a los que aspira están ocupados actualmente por republicanos y sólo uno —el que dejará vacante la demócrata Katie Porter tras su fallida candidatura al Senado— quedará libre.
Según The Cook Political Report, cuatro de las contiendas electorales serán muy reñidas. El distrito de la representante Michelle Steel, ubicado principalmente en el condado de Orange, se inclina por los republicanos. Además, tienen buenas probabilidades de ganar tanto Kevin Kiley, cuyo distrito está situado a lo largo de la frontera oriental de California, como Young Kim, que representa al que está ubicado al este de Anaheim.
Para muchos votantes, el aborto ha resultado ser un tema más importante de lo que los analistas políticos habían previsto inicialmente. “Creo que en muchos de estos lugares los votantes se preocupan por sus libertades reproductivas y se identifican con nuestro mensaje, esa es la razón por la que creemos que vamos a ganar”, afirmó Jodi Hicks, directora ejecutiva y presidenta de Planned Parenthood Affiliates of California.
Aunque Planned Parenthood centró su trabajo en las elecciones a la Cámara de Representantes, Hicks mencionó que también están atentos a lo que sucede en los estados vecinos. Una filial de California, Planned Parenthood Mar Monte, se extiende hasta Reno, Nevada, y su equipo de defensa ha estado apoyando activamente una iniciativa electoral que protegería constitucionalmente el derecho al aborto de la población del estado.
En el nivel nacional, el grupo planea gastar $40 millones en por lo menos ocho estados: Arizona, Georgia, Montana, New Hampshire, Nueva York, Carolina del Norte, Pennsylvania y Wisconsin.
En California, Planned Parenthood pretende poner de relieve los antecedentes de congresistas como Kiley, que votó a favor de imponer penas de prisión a los médicos que practicaran abortos.
Calvert, Kim, Steel y los representantes Mike García, del norte del condado de Los Ángeles, y David Valadao, del Valle Central, votaron en contra del acceso a los anticonceptivos. Y García, Valadao y Steel patrocinaron juntos un proyecto de ley para prohibir efectivamente los abortos en todo el país.
James Gallagher, líder republicano de la Asamblea, que forma parte de la junta del Partido Republicano de California, dijo que muchos californianos no confían en que los demócratas protejan sus derechos de salud, incluso si los líderes políticos apoyan que el aborto sea legal.
Gallagher señaló que bajo el mandato de los demócratas cerraron salas de maternidad y hospitales se han declarado en quiebra.
“En estos momentos, los demócratas no tienen un gran historial en California en lo que respecta a la atención médica de las mujeres”, afirma Gallagher. “Así que creo que suenan muy poco creíbles”.
Según una encuesta de KFF realizada en febrero sobre el aborto como una cuestión que incida en las elecciones de este año, cerca de la mitad de los votantes republicanos que apoyan que la interrupción del embarazo sea legal confían más en su propio partido sobre el tema, mientras que el 8% cree más en el Partido Demócrata. Uno de cada tres dijo que no confía en ninguno de los dos partidos políticos respecto de esta cuestión.
Ivy Cargile, profesora asociada de Ciencias Políticas en la Universidad Estatal de California en Bakersfield, consideró que puede ser difícil movilizar a los votantes sobre este tema, ya que muchos californianos consideran que sus derechos reproductivos se encuentran protegidos en este estado tan azul. “Los votantes podrían pensar que California es tan progresista que los derechos reproductivos están a salvo”, dijo Cargile. “Pero la ley federal prevalece sobre la estatal”.
Planned Parenthood intentará convencer a los votantes del Valle Central y del sur de California de que si permanecen leales a los candidatos republicanos corren el riesgo de que se prohíba el aborto en todo el país.
Planned Parenthood convencerá a los votantes del Valle Central y del Sur de California de que permaneciendo leal a los republicanos se corre el riesgo de una prohibición nacional del aborto.
Gran parte de su campaña publicitaria se centrará en conectar puntos para los votantes, argumentando que el apoyo a los derechos reproductivos requiere votar por candidatos demócratas.
“California es fundamental para garantizar que ganemos a nivel nacional”, explicó Hicks.
Gallagher dijo que la posición del Partido Republicano respecto de la inflación y de la seguridad pública tendrá impacto entre los votantes de los distritos más conservadores de California.
Tanto él como Calvert predicen que las elecciones reflejarán lo que sucedió en 2022: aunque los electores respaldaron la enmienda constitucional que garantiza la vigencia de los derechos reproductivos, apoyaron a los republicanos que estaban buscando la reelección, incluso a aquellos que se pronunciaron en contra del aborto.
KFF Health News habló con seis votantes en el distrito de García que dicen que apoyan el acceso al aborto, pero que normalmente votan por candidatos republicanos. Los seis planeaban votar por la reelección de García.
Rose Large, de Santa Clarita, dijo que si bien apoya el derecho al aborto, tiene preocupaciones más profundas con el liderazgo del Partido Demócrata en temas como la economía y el control fronterizo. Otros mencionaron el temor al aumento de la delincuencia y el deseo de proteger los derechos de la Segunda Enmienda.
Cuando se le preguntó si creía que la campaña de Planned Parenthood podría influir en ella o en los votantes de su vecindario, Large respondió: “Personalmente, no. No”.