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Incendios modernos presentan nuevos riesgos de salud para los bomberos

Bomberos monitorean un operativo mientras combaten el fuego en Tubbs el 12 de octubre de 2017, cerca de Calistoga, California. (Justin Sullivan/Getty Images)

A medida que la temporada de incendios forestales de California comienza en serio este mes, con equipos trabajando para contener el fuego en 14,000 acres, en el agreste condado de Modoc, en la frontera de Oregon, una nueva investigación remarca los riesgos a largo plazo que los incendios forestales modernos representan para la salud de los bomberos.

Estudios han vinculado durante mucho tiempo la exposición de los bomberos a productos químicos y toxinas en los incendios urbanos con un mayor riesgo de cáncer. Más recientemente, a medida que el desarrollo urbano llega a sectores remotos de las montañas y los bosques de California, los incendios forestales están diezmando no solo vastas extensiones de bosque sino también comunidades enteras de hogares y negocios.

Eso significa que los bomberos se enfrentan a una peligrosa combinación: la exposición al intenso calor producido por la quema de vegetación, y a los combustibles y carcinógenos más comunes en los incendios urbanos. Y las brigadas que enfrentan los incendios forestales generalmente no están equipadas con los voluminosos uniformes de protección que usan los bomberos urbanos.

Un estudio de la Universidad de California-Berkeley publicado en julio señala los riesgos potenciales: encontró niveles elevados de mercurio y otras toxinas en la sangre de los bomberos que habían luchado contra el mortal incendio de Tubbs, que en 2017 destruyó miles de hogares en los condados de Napa y Sonoma.

En 2006, Tony Stefani, capitán retirado del Departamento de Bomberos de San Francisco, fundó la San Francisco Firefighters Cancer Prevention Foundation, para educar a sus colegas sobre los cánceres relacionados con el trabajo y promover la detección temprana. Después de 27 años en funciones, Stefani fue diagnosticado con carcinoma de células de transición, un cáncer raro del sistema urinario, y fue tratado con éxito.

Stefani, de 68 años, habló con California Healthline sobre los riesgos de cáncer que enfrentan los bomberos y las opciones de prevención. La entrevista ha sido editada.

Tony Stefani, bombero retirado del Departamento de Bomberos de San Francisco fundó la San Francisco Firefighters Cancer Prevention Foundation, para educar a sus colegas sobre los riesgos de salud inherentes a la profesión. (Cortesía de Tony Stefani).

¿Qué sabemos sobre el vínculo entre la lucha contra incendios y el cáncer?

Sabemos que existe un vínculo definitivo entre el cáncer y la lucha contra incendios. Un estudio importante es el estudio de 2010 realizado por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional que analizó las causas de muerte de más de 30,000 bomberos desde 1950. Se nos considera un grupo más saludable de personas en la fuerza laboral: los bomberos nos mantenemos en forma y tenemos buena cobertura médica. Pero el estudio encontró que teníamos tasas más altas de cánceres múltiples, incluidos los cánceres orales, digestivos, de próstata y de seno. La investigación también relacionó la cantidad de incendios en las que había trabajado un bombero con un mayor riesgo de diagnóstico de cáncer.

El estudio de UC-Berkeley encontró que los bomberos que combatieron el fuego en Tubbs tuvieron niveles más altos de mercurio en sangre que los que no trabajaron en este incendio. (El mercurio es una neurotoxina que puede dañar los pulmones, los riñones y otros órganos; no se ha relacionado definitivamente con el cáncer). ¿Qué espera de este tipo de investigación?

Lo que queremos es que este estudio genere un cambio para proteger mejor a las mujeres y los hombres que luchan contra estos incendios forestales. Los bomberos de San Francisco y otras jurisdicciones tuvieron exposiciones químicas tóxicas severas. No estaban preparados para incendios residenciales. Tenían puestos los equipos más ligeros que se usan para combatir incendios forestales. No usaron aparatos de respiración autónomos, que pueden pesar de 30 a 40 libras.

¿Cómo trabaja su fundación con los bomberos?

La fundación proporciona exámenes de detección de cáncer y pruebas genómicas gratuitas si el seguro no lo cubre. Pagamos, por ejemplo, por las segundas opiniones y los costos de transporte médico, si se envía a los bomberos a otro estado para ensayos clínicos. También hemos participado en estudios que muestran una correlación directa entre el cáncer y la profesión de bombero. No tenemos empleados remunerados. Nuestro dinero proviene de los bomberos.

¿Qué cambios recomendaría para proteger a los bomberos? ¿Qué tan bien están respondiendo los líderes gubernamentales?

La administración actual del Departamento de Bomberos de San Francisco es excelente y está haciendo muchos cambios, incluido un cambio cultural para que los bomberos se cuiden mejor ellos mismos antes y después de los incendios.

Todos los bomberos deben hacerse un análisis de sangre completo y un análisis de orina cada año [para buscar] indicadores de cáncer. No es fácil llevar a las personas al consultorio, pero si los departamentos de bomberos los alientan y el seguro lo cubre, sería genial.

El equipo está cambiando, pero no todos los departamentos pueden permitirse nuevos equipos. Gran parte del equipo de protección personal que usan los bomberos tiene incrustado productos químicos retardantes (para prevenir quemarse), que a la vez son un problema. Aunque protege a los bomberos, algunos de estos químicos tóxicos pueden penetrar en la piel.

Los departamentos también deben analizar cómo proteger mejor a sus bomberos [que viajan para ayudar] durante los incendios forestales, incluido limitar el tiempo que pasan en medio del fuego. Estos equipos de ataque pueden trabajar de 12 a 24 horas corridas, con un período de descanso de 24 horas. Eso es mucho tiempo de exposición. Sé que los departamentos se matarán por ayudar a otro departamento. Esa es la naturaleza de la hermandad en la que vivimos.

Hubo un momento en que los bomberos veían el equipo de protección como pesado o innecesario. ¿Observa que esa cultura está cambiando?

Cuando ingresé al Departamento de Bomberos de San Francisco en 1974, no era obligatorio usar un aparato de respiración autónomo. Luchaba contra incendios sin ningún aparato de respiración. Pensaba que estaba en buena forma y que no tenía que usarlo. Lo cual era falso, aunque estaba en excelentes condiciones, a los 49 años me diagnosticaron este cáncer.

Después que se extinguía el incendio y durante el proceso de revisión, buscando áreas calientes, limpiando cada estructura hasta los postes, todo eso estaba liberando gases tóxicos que respiraban los bomberos.

Ahora hay una nueva generación de bomberos, que son muy conscientes de los riesgos de cáncer y las desventajas de la lucha contra incendios. Los bomberos ahora usan ese aparato de respiración. También realizan una descontaminación después de cada incendio. Ahora limpian al bombero y lo enjuagan con una manguera. Ahora cambian de ropa y uniforme.

Antes, usábamos los mismos abrigos y pantalones hasta que eran casi trapos. Se trataba del estatus; mostraba que estabas trabajando duro. Esa cultura se está erosionando lentamente. Siempre habrá unos pocos que todavía piensen que son indestructibles, pero cuando ellos o un amigo se enferman, es una historia completamente diferente.

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