Un año después de que su esposo muriera, Janice Gentile recibió un pedido inusual de su hija: hacer un video que fuera un legado sobre su matrimonio y sus vidas.
Al principio, a Gentile, quien tenía 72 años en ese momento, no le gustó la idea. La residente de Holbrook, Nueva York, todavía estaba sufriendo por la pérdida de su esposo, Cesare, quien había sido su novio desde la escuela secundaria y con quien estuvo casada por medio siglo. Pero su hija, Laura, la impulsó a hacer el video que amorosamente rastrearía las vidas de ambos padres.
“Es sobre nosotros dos, pero como él ya no podía hablar, tuve que hablar por él”, recordó Gentile, quien ahora tiene 80 años y ve este material como parte central de su herencia. Sus cuatro hijos recibieron una copia del video de 23 minutos, grabado en su casa por un productor profesional, y ella se quedó con uno de los discos blu-ray: lo mira en ocasiones especiales y se lo muestra a los amigos.
Al igual que los primeros humanos utilizaron herramientas primitivas para tallar retratos de sus vidas en las paredes de las cuevas, la tecnología actual puede ayudar a dejar una huella duradera, al menos por el tiempo que esa tecnología esté vigente.
“Todo el mundo tiene una historia que contar, pero una vez que se van, muchas de esas historias se pierden”, dijo Diane Hirsch, quien grabó el video y es presidenta de MyVideoLifeStory.com. Si dejas un video con tus recuerdos en un disco o en un flash drive, dijo, “las generaciones futuras conocerán tu vida”.
¿Qué es exactamente lo que se supone que dejas después de la muerte — además de un testamento — para aquellos que amas? Esa es una pregunta complicada que fastidia a muchos estadounidenses. Las nuevas tecnologías siguen ampliando las posibilidades tanto del medio como del mensaje. Más allá de las compañías que filman legados en video, otras, como la próxima división Legacy de LegalZoom.com, están explorando maneras innovadoras de dejar que la familia siga conectándose después de morir, a medida que miembros vivos van avanzando en sus vidas.
“Es como si estuvieras diciendo: ‘No te olvides de mí’, más allá de si quieren o no olvidarte”, dijo Bart Astor, autor del best-seller de AARP Roadmap for the Rest of Your Life (Ruta para el resto de tu vida). “El concepto es un poco extraño para mí”.
De hecho, la mayoría de los estadounidenses hacen todo lo posible para evitar pensar en su legado. Sólo el 44% deja algún tipo de herencia, según una encuesta de Gallup de 2016. “La mayoría nunca hace algo sobre la pregunta: ¿Cómo quiero ser recordado?”, dijo Astor.
Pero aquellos atraídos por el legado tecnológico dicen que es maravilloso, y nada extraño en absoluto. Y hay quienes desean —generalmente demasiado tarde— haber recibido recuerdos en formato digital de sus esposos, padres o abuelos difuntos.
“Una joven me dijo que la única grabación tangible que tenía de su madre era un mensaje en el teléfono celular”, dijo Craig Holt, jefe de productos de LegalZoom, quien supervisa la división Legacy que está en la etapa de pruebas en el Reino Unido, y que podría expandirse al mercado estadounidense el próximo año.
Legacy puede ser mucho mejor que los viejos mensajes de teléfonos celulares, dijo Holt. Es como una cápsula del tiempo que enviará mensajes pregrabados en momentos o fechas significativas en el futuro, como el cumpleaños 16 de un nieto.
“Esto es muy diferente a dejar algunas fotos en un teléfono o un diario”, dijo Holt. “Demuestra que has hecho algo pensando en el futuro”.
Holt, por ejemplo, tiene dos hijos gemelos que cumplirán pronto 5 años. En el improbable caso de que el ejecutivo de 39 años muera joven, ha grabado mensajes digitales personalizados para cada uno de ellos que expresan su amor alrededor de sus 18 años y en sus futuras bodas.
“Aliviar el dolor de la pérdida es más que resolver problemas financieros”, dijo Holt. “También hay un legado emocional y hay ciertas cosas que quiero decirle a la gente que estoy dejando atrás”.
El plan Legacy de LegalZoom también incluye una estructura “dinámica” que permite cambios en el testamento de una persona que se pueden hacer fácilmente por internet en lugar de hacerlos a través de un costoso viaje a la oficina del abogado.
Holt no quizo dar un estimado de lo que podría costar en última instancia a los consumidores utilizar el servicio.
Los clientes, por supuesto, estarían apostando esencialmente a que LegalZoom y su división Legacy continuarán estando vigentes y operando por años después de que mueran.
“Hay que esperar que la compañía siga existiendo por muchos años”, dijo Astor. “Es como comprar una membrecía anual “.
Mientras tanto, el único “riesgo” real con los videos digitalizados de MyVideoLifeStory.com es que el destinatario no quiera verlos. Esa sería la excepción, dijo Hirsch. Mantener un legado vigente es mantener la historia de una familia, evitar que desaparezca.
En el caso de Janice Gentile, por ejemplo, hasta que hizo ese video, sus hijos no se habían enterado de que ella había realizado un concierto de piano en el Carnegie Hall, dijo Hirsch.
Pero la calidad nunca es barata. Los videos de Hirsch pueden costar hasta $7.000. Ella pasa horas con cada producción, y llega a conocer en profundidad a los protagonistas antes de comenzar a filmar. Hirsch enfrenta una dura competencia con al menos una docena de otros biógrafos que ofrecen servicios similares desde Nueva York hasta a Arizona y California. La mejor manera de seleccionar uno de estos artistas, dijo, es a través de recomendaciones. Incluso entonces, agregٕó, es fundamental pasar mucho tiempo creando confianza con el videógrafo antes de comenzar la filmación.
Hirsch tuvo la idea de iniciar este negocio después que su madre murió. Consciente de lo impredecible que es la vida, persuadió a su padre de 85 años, Raymond, de sentarse y hablar durante tres horas mientras grababa un video y hablaba de su pasado. Seis meses más tarde, su padre murió. “Miro su video todo el tiempo, y todavía me hace sentir bien”, dijo.
Gentile atesora el hecho de que sus cuatro hijos y 10 nietos siempre tendrán su grabación como una manera de recordar tanto a su marido como a ella misma. Dijo que aconsejaría a su mejor amigo a hacer uno. “Háganlo”, dijo Gentile. “No hay nada que perder”.
Uno de sus hijos le comentó sobre el video. “Dice que pasé más tiempo hablando del perro que de mis hijos”, se rió. Pero su único arrepentimiento es que le hubiera gustado haberlo hecho cuando su marido aún estaba vivo.
Astor dijo que la herencia que él y su esposa prefieren dejar es más educativa que sentimental. Ambos han establecido becas universitarias en sus “alma mater” (las universidades donde ambos estudiaron).
“Para mí, se trata de dejar valores a las generaciones futuras”, dijo Astor, quien, al igual que su esposa, necesitó ayuda financiera para llegar a la universidad.
En lugar de dejar atrás un legado digital, están devolviendo lo que ellos recibieron de la manera más clásica: con dinero en efectivo.
La cobertura de KHN relacionada con el envejecimiento y la mejora del cuidado de adultos mayores es apoyada por la Fundación John A. Hartford.