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Resurge polémica por popular maniobra para salvar a alguien que se está ahogando

(iStock/Getty Images)

La senadora Claire McCaskill (demócrata de Missouri) se encontró en una situación peligrosa, en junio, cuando comenzó a ahogarse durante la celebración de un almuerzo con miembros de su partido. El senador Joe Manchin (demócrata de West Virginia) corrió hacia ella, la abrazó por la espalda y presionó con las manos hacia el centro del estómago, realizando la conocida maniobra de Heimlich para que la persona que se está ahogando expulse el alimento atragantado.

Lo que hizo Manchin probablemente salvó la vida de McCaskill. Pero en Washington, donde ningún tema parece inmune a la controversia, el uso de Manchin de la conocida técnica ha hecho resurgir un debate de décadas sobre si golpear o presionar.

Phil y Janet Heimlich desean terminar con esa controversia. El hijo y la hija del doctor Henry Heimlich, fallecido en 2016, y quien desarrolló la técnica de presión abdominal contra el ahogo hace más de cuatro décadas, están lanzando una campaña llamada “Abrazar, no golpear” para crear conciencia sobre cómo usar la maniobra.

Los hermanos Heimlich intentan presionar a la Cruz Roja Americana, una institución que entrena a 9 millones de personas al año en técnicas de salvataje, según su sitio web. La Cruz Roja es uno de varios grupos que recomienda que la ayuda a las víctimas de asfixia comience con cinco palmadas en la espalda antes de iniciar la maniobra de Heimlich. Los Heimlich dicen que esos golpes de espalda podrían dañar a la víctima de asfixia al mover por la tráquea el objeto atragantado. Aseguran que esto podría hacer perder un tiempo valioso.

Janet Heimlich dijo: “Lo que realmente me preocupa… es que la gente puede no estar aprendiendo cómo hacer la maniobra, y cómo hacerla correctamente”.

Según un informe de 2017 del National Safety Council (NSC), la asfixia es la cuarta causa de muerte por lesiones no intencionales en los Estados Unidos. Cerca de 5.000 personas murieron por asfixia en 2016, informó el NSC.

La maniobra de Heimlich, sobre la cual Heimlich escribió por primera vez en 1974, tiene el mérito de haber salvado a muchas víctimas de asfixia. El método consiste en envolver los brazos alrededor de la cintura de la víctima por la espalda, colocar un puño sobre el ombligo y empujar hacia adentro y hacia arriba. Poco después de su presentación, algunos expertos criticaron a Heimlich, argumentando que la maniobra podría causar otras lesiones. Pero con el tiempo, ha llegado a ser ampliamente aceptada.

Janet Heimlich dijo que, si la Cruz Roja enseña a la gente a golpear primero la espalda de una persona que se ahoga, “deben mostrarle al público la evidencia que tienen de que los golpes de espalda no solo son efectivos, sino que también son el método más efectivo de usar”.

La Cruz Roja señaló pautas similares promovidas por el Resuscitation Council, un grupo médico responsable de la creación de normas para la resucitación cardíaca en el Reino Unido. La organización también se refirió a los hallazgos del International Liaison Committee on Resuscitation, una coalición de grupos que se especializan en protocolos de resucitación. Los hallazgos del comité concluyeron que no está claro qué método se debe realizar primero.

En un comunicado, la Cruz Roja dijo que “no descarta el uso de las presiones abdominales, pero no hemos encontrado evidencia científica que indique que esta técnica es más efectiva que las otras. Los hallazgos de la Cruz Roja Americana y nuestras pautas en caso de asfixia consciente son consistentes con los de otras organizaciones y sociedades internacionales de resucitación”.

Es la falta de evidencia científica que pruebe un método más efectivo lo que alimenta el debate, opinó el doctor Alfred Sacchetti, portavoz del American College of Emergency Physicians y jefe de servicios de emergencia de Our Lady of Lourdes Medical Center en Camden, Nueva Jersey. Sin embargo, agregó, la realización de esos estudios sería difícil.

“No se puede poner un anuncio en un periódico que diga: ‘OK, todo el mundo ayudará a una persona que se esté ahogando de esta manera durante una semana'”, explicó Sacchetti.

Para aquellos que buscan capacitación sobre cómo salvar a una víctima de asfixia, Sacchetti recomendó tomar un curso acreditado o ver videos de demostración en el sitio web de la American Heart Association. Dijo que, en última instancia, no hacer nada podría terminar en la muerte de una persona.

Queda por ver si la campaña de los Heimlich tendrá éxito en su meta de poner fin a la controversia que rodea al tema de los golpes de espalda contra la maniobra de su padre. Pero lo que no se puede negar es que la maniobra funcionó en el caso de McCaskill, aunque la dejara con una costilla fracturada.

“Le estoy realmente agradecida a Joe”, dijo en un comunicado a The Washington Post. “Tener una costilla dolorida por un par de semanas no es gran cosa”.

Esta historia fue producida por Kaiser Health News, un programa editorial independiente de la Kaiser Family Foundation.

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